Karim, Karim Benzema. El delantero centro de la selección francesa. El amo y señor del Lyon hace dos temporadas. El delantero más prometedor del mundo en 2009. Si, hace 526 días llegaba a Madrid, tras el intento fallido del fichaje de David Villa, Karim Benzema. Un delantero que le costó al conjunto blanco 35 millones y que reunió en el Bernabéu a más de 30.000 personas en su presentación. Iba a ser el nuevo nueve del Real Madrid. Pero se atascó, no se adaptó, se lesionó, no consiguió volver, se le notó lento, cansado, deprimido, desilusionado y frustrado; se le perdió toda esperanza y encima tenía enfrente un competidor brillante que metía goles como churros. Llegó Mourinho, y Benzema calentó el doble el banquillo, rozando a veces la humillación. Se le dio una oportunidad, y dos, y tres, y cuatro. No las aprovechó, y cuando más muerto estaba, reapareció. Reapareció para ayudar en la remontada ante el Hércules, dio el pase de gol a Pedro León en Milán, facilitó el gol de Higuaín ante el Sporting y marcó un golazo por la escuadra ante el Ajax. Parecía curado, pero el Pipa seguía siendo mejor. Hasta que se lesionó el argentino. Y volvió Benzema en el Camp Nou, sin tocar apenas el balón en los noventa minutos de partido. Y Mou lo volvió a sentar contra el Valencia. Quizás sea un rollo psicológico peculiar e interesante de Mou, pero lo cierto esque Benzema ha pasado por todas las etapas anímicas que puede llegar a tener un jugador que necesita adaptarse. Ha sido titular, suplente, titular por lesiones, baja por lesiones, titular en Champions o Copa para darle oportunidades, suplente en Liga porque aún no lo merecía... y hoy, que el Madrid no se jugaba nada, Benzema salió de titular e hizo el partido de su vida. Tres goles diferentes, los tres de bella factura. El primero de certero remate de cabeza tirándose a matar, el segundo con un control espectacular y una definición perfecta; y el tercero con una recuperación ágil y una maestría sensacional sólo al alcance de los grandes. Benzema "no vino al Madrid para correr" pero hoy ha corrido, vaya que si ha corrido, que al final del encuentro ha tenido que ir Arbeloa a darle "su" balón porque, según el francés, "estaba muy lejos".
Ahora nadie discute a Benzema, porque ha marcado tres goles. Ya nadie se acuerda de Higuaín, máximo goleador del Madrid en las últimas dos temporadas. Porque el fútbol tiene poca memoria, aunque yo todavía recuerdo al Benzema del Lyon. Aquel Benzema no daba exhibiciones cada 526 días. Y sinceramente, mientras que ese Benzema no llegue, Higuaín seguirá sin tener competencia.
Escrito por: David Orenes
jueves, 9 de diciembre de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Archivo del blog
-
►
2014
(116)
- ► septiembre (4)
-
►
2013
(63)
- ► septiembre (6)
-
►
2012
(84)
- ► septiembre (6)
-
►
2011
(87)
- ► septiembre (10)
No hay comentarios:
Publicar un comentario