Dos partidos de Champions, dos partidos de cuartos de final, dos partidos en los que se juegan dos plazas para seminifales. Por un lado, el Real Madrid-Tottenham, por el otro, Inter de Milán-Schalke 04. El primero se preveía abierto y con goles para ambos equipos; el segundo era victoria clara del equipo italiano, y sobrados.
Nada más lejos de la realidad, 4-0 para el Madrid y ¡2-5! para el Schalke. Lo pongo entre exclamaciones porque no es para menos. Es una de estas cosas que tiene el fútbol que hacen que te maraville este deporte. El partido del Bernabéu se encarriló a favor de los blancos gracias al gol de Adebayor en los primeros compases del encuentro y con la absurda expulsión, por doble amarilla, del "espárrago" Crouch, por dos entradas en las que llegó tardísimo. A partir de entonces fue un paseo. Lo único negativo del encuentro es que, una vez más, pude comprobar que el Madrid juega a medio gas, y con el freno de mano echado, para soltarlo cuando de verdad haga falta ser agresivo. Es una sensación que me produce desconfianza, aunque desapareció en la segunda mitad, en la cual los blancos estuvieron jugando todos los minutos en tres cuartos de cancha, en el borde del área rival, con ganas de sentenciar el partido. Cosa que consiguieron con otros 3 tantos, uno más de Adebayor, un zurdazo por la escuadra de Di María y una volea de Cristiano en la que Gomes pudo hacer algo más.
Nada más lejos de la realidad, 4-0 para el Madrid y ¡2-5! para el Schalke. Lo pongo entre exclamaciones porque no es para menos. Es una de estas cosas que tiene el fútbol que hacen que te maraville este deporte. El partido del Bernabéu se encarriló a favor de los blancos gracias al gol de Adebayor en los primeros compases del encuentro y con la absurda expulsión, por doble amarilla, del "espárrago" Crouch, por dos entradas en las que llegó tardísimo. A partir de entonces fue un paseo. Lo único negativo del encuentro es que, una vez más, pude comprobar que el Madrid juega a medio gas, y con el freno de mano echado, para soltarlo cuando de verdad haga falta ser agresivo. Es una sensación que me produce desconfianza, aunque desapareció en la segunda mitad, en la cual los blancos estuvieron jugando todos los minutos en tres cuartos de cancha, en el borde del área rival, con ganas de sentenciar el partido. Cosa que consiguieron con otros 3 tantos, uno más de Adebayor, un zurdazo por la escuadra de Di María y una volea de Cristiano en la que Gomes pudo hacer algo más.
En cuanto al otro encuentro de cuartos, el Schalke 04 humilló al actual campeón. El equipo alemán salió ultramotivado, sin presión alguna y con ganas de hacerlo bien. Sin embargo, recibió un varapalo en el primer minuto de juego con el impresionante golazo, desde el medio campo, del serbio Stankovic. No importó, consiguieron empatar el resultado hasta dos veces, para acabar anotando otros 3 y cenarse al Inter con salsa boloñesa. Los italianos eran una caricatura de sí mismos, ninguno sabía donde meterse. No se lo esperaban, no se lo creían. Así es el fútbol, te confias y te dan en la boca. Cosas que pasan. En el partido de vuelta deberán hacer una machada similar a la que ha conseguido el Schalke. Un 0-4 o un 3-6 son los resultados que le valen a la escuadra interista. Yo lo veo complicadísimo, pero teniendo en cuenta el 2-5, ahora sí puedo afirmar con total seguridad que nada es imposible. Quién sabe si los italianos le darán la vuelta a la eliminatoria. Sería bestial, una eliminatoria como hace muchos años que no se ve. Lo que sí es seguro es que Raúl es infalible, tenga la edad que tenga, le marque el central que sea. Es capaz de marcar un gol en un hoyo de golf. Magistral el movimiento que hace en el gol, y magistral también que haya empujado a un equipo muy mediocre -porque realmente lo es- a unas casi seguras semifinales de Champions. Espectacular, digno de estudio. Los españoles deberíamos sentirnos orgullosos de tener a un tío con cerca de 34 años marcando goles por los mejores y más importantes estadios de Europa. Esta temporada está haciendo su leyenda inmensa. Todos sus detractores se van quedando, poco a poco, sin argumentos con los que crucificarlo. Ya está en la cima de los goleadores europeos, nadie le hace sombra. Un aura especial lo acompaña siempre y, mucho más, en esta "su" competición. Esto es la Champions, amigos, y cualquier cosa puede pasar. Que se lo digan a Eto'o y Sneijder.
por Sergio Berenguer
Twitter: @Sergio_B91
No hay comentarios:
Publicar un comentario