Fernando Vázquez es uno de esos entrenadores que es imposible que pasen desapercibidos. Entrenó a Racing de Ferrol, Lugo, Compostela, Oviedo, Mallorca, Betis, Las Palmas, Rayo Vallecano, Valladolid y Celta. Diez equipos que labraron la carrera de un entrenador con más de 20 años en la profesión, con un buen gusto en el estilo futbolístico y todo un revolucionario en las jugadas de estrategia. Descubridor de jugadores como Tristán, Eto´o, Joaquín o Rubén Castro, es un técnico que no ha conseguido títulos ni metas importantes, pero tampoco ha fracasado en los equipos que ha dirigido. Muchos dicen que es un "desciende - equipos", por entrenar en momentos complicados a equipos como Las Palmas, Rayo Vallecano o Valladolid. En los dos últimos, tenía serias opciones de salvación, pero no le dejaron acabar la temporada. Y esos equipos fueron a peor. Mucho peor.
Es lo que pasa cuando no dejan trabajar a un técnico de principio a fin. Vázquez, indignado por las críticas y las burlas, se marchó a resucitar a un recién descendido, el Celta de Vigo, que había pasado de la gloria al infierno en apenas un año. Le dieron un año para intentar el ascenso y lo logró a la primera, confeccionando un equipo ganador que ya avisaba de la guerra que iba a dar en la máxima categoría. Y así fue: clasificó a los vigueses en la sexta posición, de la mano de jugadores que todavía se recuerdan con añoranza: Pinto (que fue Zamora), Ángel, Iriney, Canobbio, Baiano (13 goles) y un campeón del mundo, David Silva, que hizo su primera gran aparición en la Liga española.
El siguiente año fue a peor y Vázquez fue despedido, pero el Celta estaba a sólo dos puntos de la permanencia, en la antepenúltima posición. "Estaba completamente seguro de lograr la salvación", afirmaba el técnico gallego el día de su despedida. Los celestes acabaron descendiendo a Segunda, y entonces todos los éxitos conseguidos por Vázquez en los dos años anteriores se fueron al traste. Ahora, tras seis años sin equipo -no entiendo como un entrenador que consiguió un ascenso y una clasificación para Europa en dos temporadas no se lo rifara después media Liga- regresa a Primera División con el reto más difícil de su carrera: sacar a otro equipo gallego, el Deportivo de la Coruña, del agujero en el que se encuentra metido. Regresa para demostrar, otra vez, que sus críticos se equivocan.
@david_lrl
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