lunes, 11 de febrero de 2013

Fernando Vázquez, ante el reto de su carrera

¿Se acuerdan de aquel Celta que subió de los infiernos tras una temporada histórica en Champions y, contra todo pronóstico, volvió a meterse a Europa con un juego brillante y la mejor defensa de la Liga? Ese Celta era entrenado por Fernando Vázquez, técnico gallego que vuelve a la élite después de seis años inactivo. Su último trabajo fue, precisamente, en Vigo, y ahora tratará de echarle una mano a su máximo rival, el Deportivo de la Coruña, que se encuentra en uno de los tramos más difíciles de la temporada: farolillo rojo y a seis puntos de la salvación.

Fernando Vázquez es uno de esos entrenadores que es imposible que pasen desapercibidos. Entrenó a Racing de Ferrol, Lugo, Compostela, Oviedo, Mallorca, Betis, Las Palmas, Rayo Vallecano, Valladolid y Celta. Diez equipos que labraron la carrera de un entrenador con más de 20 años en la profesión, con un buen gusto en el estilo futbolístico y todo un revolucionario en las jugadas de estrategia. Descubridor de jugadores como Tristán, Eto´o, Joaquín o Rubén Castro, es un técnico que no ha conseguido títulos ni metas importantes, pero tampoco ha fracasado en los equipos que ha dirigido.  Muchos dicen que es un "desciende - equipos", por entrenar en momentos complicados a equipos como Las Palmas, Rayo Vallecano o Valladolid. En los dos últimos, tenía serias opciones de salvación, pero no le dejaron acabar la temporada. Y esos equipos fueron a peor. Mucho peor.

Es lo que pasa cuando no dejan trabajar a un técnico de principio a fin. Vázquez, indignado por las críticas y las burlas, se marchó a resucitar a un recién descendido, el Celta de Vigo, que había pasado de la gloria al infierno en apenas un año. Le dieron un año para intentar el ascenso y lo logró a la primera, confeccionando un equipo ganador que ya avisaba de la guerra que iba a dar en la máxima categoría. Y así fue: clasificó a los vigueses en la sexta posición, de la mano de jugadores que todavía se recuerdan con añoranza: Pinto (que fue Zamora), Ángel, Iriney, Canobbio, Baiano (13 goles) y un campeón del mundo, David Silva, que hizo su primera gran aparición en la Liga española. 

El siguiente año fue a peor y Vázquez fue despedido, pero el Celta estaba a sólo dos puntos de la permanencia, en la antepenúltima posición. "Estaba completamente seguro de lograr la salvación", afirmaba el técnico gallego el día de su despedida. Los celestes acabaron descendiendo a Segunda, y entonces todos los éxitos conseguidos por Vázquez en los dos años anteriores se fueron al traste. Ahora, tras seis años sin equipo -no entiendo como un entrenador que consiguió un ascenso y una clasificación para Europa en dos temporadas no se lo rifara después media Liga- regresa a Primera División con el reto más difícil de su carrera: sacar a otro equipo gallego, el Deportivo de la Coruña, del agujero en el que se encuentra metido. Regresa para demostrar, otra vez, que sus críticos se equivocan.

@david_lrl


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