1. Ancelotti se estrenaba en un Clásico por primera vez desde que llegó al banquillo madridista. También Martino, pero creo que el cambio en el banquillo madridista ha sido más determinante que en el azulgrana. Mourinho ya le tenía tomada la medida al Camp Nou, dónde había conseguido dos victorias y un empate en los tres últimos enfrentamientos. El Barça no había conseguido ganar al Madrid en los últimos cinco, y mucha culpa la tuvo el técnico portugués, que consiguió no sólo una intensidad perpetua durante los noventa minutos, sino también la capacidad de crear tanto peligro como convertir su defensa en inexpugnable. Ayer Ancelotti lo consiguió a ratos. Y esa fue una de las claves.
2. El centro del campo del Real Madrid esta temporada está siendo un concurso. Sin Xabi Alonso, muchos se presentaron al casting y todos pasaron con más pena que gloria. Casemiro parecía la revelación, pero fue defenestrado cuando Illarramendi volvió de su lesión. El vasco está jugando muchos minutos últimamente, y pese a que ha presentado una mejoría, todavía no estaba a la altura de lo que se requería el partido. Khedira ya tiene más alma de mediapunta -un poco torpe, eso sí- que de mediocentro, y sólo Modric está consiguiendo hacer jugar un centro del campo desarbolado que necesita la multiplicación del croata. La idea de Carlo me pareció buena: Ramos entre Pepe y Varane para sacar mejor el balón jugado, Khedira como perro de presa y Modric de enlace con los atacantes. El problema es que Modric apenas la olió en la primera parte, Khedira siguió actuando hasta de extremo derecho y Ramos vio la primera amarilla antes del cuarto de hora. El Barça dominó los primeros 45 minutos casi de principio a fin.
3. El primer tiempo madridista fue, para mí, el peor de la era Ancelotti. Dos tiros muy desviados de Bale -titular en lugar de Benzema- y una ocasión clarísima de Khedira al filo del descanso fueron las únicas amenazas para Víctor Valdés. Imposible encontrar huecos en una defensa inmaculada de Martino. Imposible por arriba, con un Piqué espectacular. Y las ayudas de Busquets fueron decisivas en todo momento. El Barça, pese a que demostró estar más entero en ataque, también sufrió para crearle peligro al Madrid. Sólo dos ocasiones tuvieron los de Martino: el gol de Neymar y un contraataque que falló Messi delante de Diego López.
4. Que hubo una mejora incuestionable en el Madrid tras el descanso es algo evidente. En algunas fases, el conjunto blanco consiguió que los azulgranas se encerraran casi por completo en su campo. Pero los blancos no lo aprovecharon. Cristiano, el más activo, tuvo la mejor ocasión tras un pase de Modric, reventando el balón contra Valdés, que desvió a córner. Minutos después, el más que posible penalti de Mascherano al portugués, cuando se plantaba solo contra Víctor. Y sólo unos segundos después, zapatazo de Benzema -entró por Bale- que se estrelló contra el larguero. El conjunto blanco, con Illarra en el centro por un alocado Ramos, y con el francés ayudando arriba, estaba mereciendo el empate. Pero llegó el golazo de Alexis en una contra.
5. Ancelotti quemó sus naves y metió a Jesé -Isco, 0 minutos-, que marcó en el 91 el tanto de la honra, el que mereció el Madrid en esta segunda parte. Quizás mereció alguno más, pero Valdés, la madera o Undiano lo evitaron. El Barça hizo valer su puntería, su capacidad para desarticular al Madrid en un tramo importante del partido y su planteamiento, que apenas varió desde el minuto uno. Punto para Martino, que ha conseguido lavar la cara a los azulgranas, hacerles más rocosos, más efectivos en ataque. Capaces de ganar un clásico sin la mejor versión de Messi. Ancelotti ya ha perdido contra Atlético y FC Barcelona, y ha empatado contra el Villarreal. Ya no hay margen de error. La liga se puede escapar tan pronto como se le escapó a Mourinho el año pasado. Y esta vez hay dos rivales, no sólo uno.
@david_lrl
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