Ayer el fútbol español cumplió el segundo objetivo de este verano repleto de torneos de las categorías inferiores. Tras ganar el Europeo Sub21, hace poco más de una mes, ayer llegaba el turno para la siguiente generación, la del 92. Los Morata, Sarabia, Deulofeu o Ruben Pardo llegaban a la final con el propósito de conseguir olvidar la derrota en esta misma categoría hace tan solo un año. Durante todo el torneo demostraron ser el mejor equipo barriendo a los rivales del campo (exceptuando la derrota ante Turquía en un mero trámite). La selección hizo méritos de portar en su pecho la estrella de Campeones del Mundo en categoría absoluta, haciendo valer el estilo de España, el estilo de nuestro fútbol.
Sí, fuimos los mejores jugando al fútbol pero ganar un gran torneo, siempre hace falta algo más. España ya no sólo es buen juego, ya tenemos un gen ganador. Cuando el partido se nos complica comenzamos a tener la suerte del campeón en nuestro ADN. No nos rendimos, somos fuertes, aguantamos fieles y nos hacemos valer. Así fue en el Mundial absoluto en todos los cruces, en la final del Europeo Sub21 y no faltó esa pizca de emoción, en el partido de ayer en Rumania. Pese a que el partido se nos ponía en contra cuando menos lo merecíamos, la selección no bajaba los brazos y demostraba porque somo envidiados en todo el mundo futbolístico. Nos estamos convirtiendo en 'invencibles'. Esto no es solo una generación buena de futbolistas, es una tras otra. Un nivel de futbolistas en cada hornada, que supera la anterior. Las categorías inferiores siempre nos habían dado alegrías, pero lo que estamos viviendo en la actualidad, está sobrepasando límites. Nadie había conseguido ser Campeón en todos y en cada uno de los torneos donde participaba, y en los pocos que se nos cruzan, son inmerecidas derrotas en las finales.
Analizando el equipo que ayer se hizo con el título continental, nos encontramos con jugadores de categoría internacional. Con apenas 19 años, podían formar parte, la mayoría, de las plantillas de los equipos más importantes del Mundo. Todos tienen un nivel que los hace muy superiores a los jóvenes de su edad de otros países. No podemos olvidar, que muchos de los jugadores que ayer hubieran estado sobre el campo, están a miles de kilómetros, en Colombia, jugando el Mundial de la generación. Imagínense la gran calidad que se atesora en este país. Otros países están obligados a subir a la Selección absoluta a sus más jóvenes perlas por el nivel de su selección. Esto, no pasa en España. La absoluta cuenta entre sus filas con jugadores de muchísimo futuro, que no hace mucho tiempo, estaban jugando estos torneos de categorías inferiores. La combinación de estas generaciones puede dar como resultado un genialidad futbolística incomparable, nunca antes vista. Estamos cuidando muy bien la cantera, si esto sigue así, nos quedan alegrías por muchos años.
Ahora es el turno de la Sub20 de Isco, Rodrigo, Koke y compañía, mucha compañía. Debutaron endosando un 4-1 a Costa Rica. Es una selección, como viene siendo habitual magnífica. El gen ganador se está instaurando para quedarse. Estamos ante un época de ensueño de los futboleros de este país y de los amantes de buen juego. Disfrutemosla al máximo. Que el espectáculo continúe.
José Manuel Amorós Sola
@JoseDeCorrete
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