jueves, 16 de junio de 2011

Final Copa Libertadores (IDA) : Peñarol 0-0 Santos

Esta madrugada asistí a ver en directo mi primera final de Copa Libertadores. Otras muchas veces lo he intentado, porque reitero millones de veces que me encanta el fútbol y que un torneo tan histórico, que ensalza al mejor equipo de América, es digno de poder disfrutar. Este año lo he conseguido gracias a tener Gol Televisión, y aunque el marcador se quedara igual que cuando empezó el partido, la experiencia fue muy gratificante. Pienso hacerlo en más ocasiones, aunque conlleve acostarme a las cinco de la mañana; pero es lo que tiene la pasión por este deporte... que no entiende de horarios.

Peñarol y Santos. Santos y Peñarol. Dos equipos que se enfrentaron hace casi 50 años, con victoria del Santos gracias a un tal Pelé. Peñarol de Montevideo llevaba sin jugar una final desde 1987 (que ganó con un gol de su actual entrenador, Diego Aguirre) y Santos, desde 2003 (que perdió contra la Boca Juniors de Tévez, Delgado y Schelotto, entre otros). Había mucha expectación en esta final, porque son dos clubes históricos que se vuelven a encontrar tras haber dominado la competición en las cuatro primeras ediciones.


En el caso de Peñarol, la ilusión era máxima. Así fue, que el estadio Centenario se llenó a rebosar, con un ambiente tremendo, con bengalas y una fiesta que se suponía que iba a durar todo el encuentro. Sin embargo, enfrente estaba Santos. Los brasileños, carismáticos, veloces, habilidosos. Y al mando de todos ellos, Neymar. Sin la creación de Ganso, eso sí, además de la baja de tres defensas titulares. Pero se consideraban los favoritos, simplemente porque el joven chaval de la cresta es, de calle, el mejor jugador de la Copa Libertadores, y aspirante a fichar por uno de los más grandes del continente europeo. Sin embargo, ayer no se le vio demasiado. O mejor dicho, se esperaba tanto de él que quizás no llego al tope que se le pedía. No fue el jugador que se zafa de todo un equipo para marcar goles de ensueño, sino que se comportó como un asistente letal. Hizo de Neymar y de Ganso al mismo tiempo. Quizás más de Ganso que de Neymar, pues si no recuerdo mal, apenas tiró dos veces a puerta. Pero movió el balón con criterio, dio pases de gol, dejó detalles de crack mundial... se le notó más maduro, como decían muchos expertos, incluido el comentarista. Pero no resultó decisivo ni mucho menos.

Y es que el partido acabó a cero no por la pasividad de los jugadores, sino por la escasa efectividad de cara a puerta en las múltiples ocasiones que tuvieron ambos equipos y la excelente actuación de los porteros, sobre todo Sosa, de Peñarol. Si bien es cierto que los uruguayos controlaron el partido en momentos decisivos y tuvieron el gol en las postrimerías de cada parte, Santos tuvo ocasiones muy claras, la mayoría llevadas a cabo por un pedazo de lateral llamado Álex Sandro, un chaval sub-20 con posibilidades de jugar en Europa. Sus internadas por banda izquierda y su fuerte disparo con la zurda inquietaron la meta de Sosa una y otra vez. Un cabezazo al larguero por parte de los brasileños y una ocasión clarísima de Darío Rodríguez en el descuento para Peñarol fueron las mejores ocasiones de la primera mitad. Eso sí, Peñarol había perdonado mucho al principio, demasiados fallos de un Oliveira que quedó libre por el fuerte marcaje al que era sometido su compañero en ataque, Martinuccio. En la segunda, Santos entró más animado y dispuso de ocasiones claras, sobre todo con la de Zé Eduardo delante de la portería, mandando el balón al muñeco. Un cabezazo que se fue por poco a la hora de partido fue uno de los últimos acercamientos del cuadro brasileño, porque a partir de entonces Peñarol se haría con el partido. Un cabezazo que se fue a las manos de  Rafael, un remate dentro del área que se perdió por línea de fondo y un tiro peligroso de Estoyanoff (ex Valencia, Deportivo, Cádiz y Valladolid) hacían rondar el gol en el estadio Centenario. Y llegó, pero en fuera de juego bien señalado por el árbitro. Y es que el "Tony Pacheco", ex Albacete entre otros, había revolucionado el partido. Minutos después, acabó un encuentro con sabor agridulce para ambos equipos, sobre todo para Peñarol, que vio como se le escapaba la victoria tras un buen dominio final. Sin embargo, todo se decidirá en Sao Paulo, la semana que viene, para saber quien se llevará el prestigioso trofeo del campeón de América.

David Orenes Almira_______________________ @david_lrl

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