jueves, 23 de junio de 2011

Final Copa Libertadores (VUELTA): Ganó Santos, ganó Brasil

El último título internacional logrado por Santos había sido, hasta ayer, la Copa Libertadores de hace cuarenta y ocho años, cuando Pelé, mejor jugador del mundo, lideraba aquel equipo que deslumbraba a todo el planeta a pesar de no jugar en la talentosa Europa. En el estadio Pacaembú se volvió a revivir aquella victoria por la que volvían a suspirar miles de seguidores brasileños. Ya fallaron en 2003 ante Boca Juniors en la final. De ese equipo solo quedaba el lateral Leo, que volvía tras lesión como capitán del peixe. Aquello por lo que soñaba se cumplió a la hora y media de empezar el partido: Eran campeones de Sudamérica.

Santos desplegó un buen fútbol, quizás no el mejor, pero casi. Con Ganso en el campo tras casi un mes y medio lesionado, apenas se notó su bajo estado físico o su inactividad. Creó, recuperó, participó en llegadas peligrosas y dio pases de ensueño. El mejor socio de Neymar volvió a la cancha para demostrar que Santos puede jugar muy bien.Y es que este chaval de 21 años apunta altísimo, tan alto como su compañero estrella. Ambos jugarán junto a Elano la Copa América, y quién sabe si como titulares.


Con los dos buques insignia más la clase media - alta del equipo (Arouca, Elano, Ze Eduardo, Danilo), Santos monopolizó el ataque y las ocasiones durante todo el partido. Ganso repartía el juego como si Xavi se tratara, Elano empalaba balones que no se colaban en la escuadra de milagro, Arouca y Danilo se movían con rapidez y verticalidad... quizás el que menos destacaba era Neymar. Siempre tenía a tres encima al segundo de entrar en contacto con el balón, y recibía muy lejos del área. Además, antes de terminar la primera parte recibía tarjeta amarilla por otra ñoñada como en la ida. Sin embargo, la segunda parte no pudo empezar mejor para él. Arouca se fue como un bólido por el centro, hizo una pared con Ganso, que se la devolvió de un taconazo de ensueño, se fue de dos y dejó para que Neymar, de primeras, soltara un latigazo que se colara por el palo del portero. Si alguien tenía que marcar, en la gran final de la Copa Libertadores para Santos en Pacaembú, ese era Neymar.

A partir de entonces el partido se rompió. Peñarol intentó lo que no había logrado en todo el partido: crear ocasiones. Pero su ataque apenas se limitó a centros al área que siempre despejaron los centrales brasileños. En una contra, Danilo se fue por banda derecha, piso área, recortó a su marcador y sacó un disparo pegado al palo, exquisito. Otro golazo y de nuevo fiesta en San Pablo. Todo era plácido para el Santos, que fallaba ocasiones para matar el partido que no entraban de puro milagro. Fue entonces cuando llegó el gol de Peñarol, en otro centro que ni siquiera tuvo que rematar su delantero: Durval se lo metió en propia a falta de diez minutos. A un solotanto de forzar prórroga, los uruguayos apenas intimidaron la meta de Rafael, por el contrario recibían más ocasiones de Santos, la más clara de Neymar que se fue al palo tras una picadita por encima del portero. Sin más sobresaltos, acabó el partido con victoria de los brasileños, que se coronaron prácticamente como los reyes del continente y certificaron que Brasil, de cara al Mundial en el que será anfitrión, tiene mucho, muchísimo futuro.

PD: Paso de hablar de las tanganas y peleas del final del partido. No empañarán un encuentro excelente de un equipo portentoso, al menos en mi crónica.

@david_lrl

No hay comentarios:

Publicar un comentario