jueves, 30 de agosto de 2012

Supercopa de España: El Madrid se iguala al Barça

Hoy sí, debió pensar Mourinho. Él y todo el cuerpo técnico. Él y todos los jugadores. Sonará fuerte, pero es la primera vez que a este Barça (y cuando digo "este" me refiero al mejor Barça de la historia) lo vapulean de una manera abismal durante cierto periodo de tiempo. Digamos que el Barça era noqueado continuamente por el conjunto blanco durante treinta minutos, sin opción a levantarse. Sólo cuando el Madrid se relajó y Messi apareció, los azulgranas encontraron una luz que podía guiarles a la victoria. Pero fue demasiado tarde.

Llegaba el Real a este partido con pésimo inicio de temporada: empate en casa con el Valencia, derrota con el Getafe y derrota en la ida de la Supercopa. El último encuentro en el Coliséum inundó a los de Mou en un mar de dudas y críticas. El partido del Bernabéu era una auténtica reválida para demostrar que esta temporada no hay nada decidido. Quizás se podía esperar una mejora del Madrid, pero no una tan sustancial. Tan brillante y explosiva. Lo dijo Julio Maldonado "Maldini" en Twitter de manera aplastante: "Arrollando el Real Madrid. Literalmente. Como hacia tiempo que nadie maltrataba al Barcelona". Muchísimo tiempo. Quizás cuatro años, la última vez que el Real Madrid le había ganado un partido al Barça en el Bernabéu. Entonces el equipo de Schuster proporcionó un severo repaso a los de Rijkaard (4-1) para celebrar el 31º título de Liga. Ayer lo hacía el "Mou Team" para conquistar la 9ª Supercopa de España.

A la media hora, el Madrid ya llevaba dos goles y casi una decena de tiros a puerta. El Barça, nada de nada. Incluso la posesión, el arma más mortífera de este FC Barcelona, había sido despojada por los blancos, que entraban sin problemas en terreno azulgrana y castigaban los sucesivos errores en defensa de Adriano, Piqué y Mascherano. Higuaín abrió la lata en un mal control de su compatriota y superando por bajo a Víctor Valdés, que ya le había parado un mano a mano en la primera ocasión del encuentro. A decir verdad, Valdés estuvo soberbio. Se desquitó de su fallo en la ida con paradas continuas que mantenían vivo al Barça en la lucha por el título. La mayoría se las sacó al Pipa, que falló más que una escopeta de feria -tuvo hasta cuatro ocasiones francas para hacer gol-, aunque no por ello se debe desprestigiar el gran partido del delantero blanco, muy activo durante todo el partido, volviendo loco a los centrales azulgranas con sus desmarques y apariciones desde todos lados, demostrando porqué es el actual "9" titular -tres goles en tres partidos-.

El segundo llegó con un nuevo error azulgrana, esta vez de Piqué. Llegó un balón largo entre los dos centrales en dirección a Cristiano Ronaldo. Sin tiempo a reaccionar, el luso le había robado la cartera a Gerard con una impresionante espuela que elevó el esférico hasta las nubes, lo bajó con precisión y tuvo la sangre fría para sacar un disparo fuerte, imposible para Valdés, convirtiendo un balón cualquiera en un golazo de genio del fútbol. Un punto más para el Balón de Oro.

En el minuto 28 llegó la enésima desgracia azulgrana, cuando Adriano -superado por el partido ante la baja de última hora de Dani Alves- agarró a Cristiano siendo último hombre y evitando que el portugués enfilara la portería. Roja directa y el Barça con diez durante más de una hora. Fue a partir de ahí cuando los de Tito comenzaron a recuperarse, gracias en parte a la relajación de un Madrid que había estado exultante. Fue entonces cuando apareció Messi. A punto de finalizar la primera parte, el crack argentino se encargó de lanzar una falta perfecta, un golazo que resultó tan frío para los locales como esperanzador para los visitantes. El Barça había jugado los peores minutos que se le recuerdan, pero aquel gol de Messi les hacía acariciar el título.

Y es que en la segunda parte el Barça recuperó la posesión, y con ella su estilo. El Madrid se agazapó y busco la contra, y en parte se equivocó. Los azulgranas, con diez, aguantaron mejor físicamente cuando tenían el balón, parecía que los blancos estaban desfondados en lugar de los que estaban en inferioridad. Sin embargo, esta vez las ocasiones llegaron para ambos lados. La tuvo Pedro en dos ocasiones, esta vez entrando más por banda derecha ganando la espalda a Marcelo -completísimo el partido del brasileño en ataque-. Casillas salvó las dos. Más tarde, Khedira hacía la jugada de su vida esquivando a cuatro rivales y obligando a Valdés a realizar otra parada decisiva. Diez minutos después, Higuaín mandaba un mano a mano al palo. El partido rozó la locura en los minutos finales, con Modric y Song en el campo incluido. El croata incluso estuvo a punto de marcar su primer gol en el Madrid. Pero fue el Barça quién tuvo la Supercopa en sus manos en dos jugadas en el descuento. Montoya -que entró por Alexis para afianzar la banda derecha- arrancó solo por ese costado y llegó hasta la meta de Casillas, pero su disparo no fue demasiado efectivo y el de Móstoles mandó el balón a córner. Segundos después, Messi falló en un disparo franco lo que no erró hace un año con la Supercopa igualada en el último minuto.

Sin tiempo para más, el Madrid se alzó con el título, el tercero que le arrebata Mourinho a este equipo de leyenda. Un equipo que, jugando con diez, llegó a tener la Supercopa en sus manos. Consiguieron levantarse tras una primera parte horrible, impulsados por el gol de Messi, y lucharon hasta ser derrotados justa y dignamente. La gesta del Madrid no sería tan histórica si el rival no fuera tan prodigioso. Una vez más, los dos grandes del fútbol español nos brindaron un partido épico, estelar, que pudo ganar cualquiera. Y esa es la esencia de lo que ha logrado Mourinho. Ha conseguido acercarse a la perfección, que no era otra cosa que azulgrana. Ha pasado de perder 2-6 o 5-0, a jugarle de tú a tú y ganarle. A ser un igual. Nos espera una temporada mágica.


David Orenes @david_lrl

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