Había que confiar. Era un partido muy difícil, y además se vio en el terreno de juego se Saint Denis. Francia usó sus armas, y de la mano de un Ribery espectacular tuvieron diversas ocasiones que podían haber propiciado un resultado distinto al final. Pero España se sobrepuso para dar un golpe sobre la mesa ante toda Europa y demostrar que en las grandes citas, la selección jamás defrauda. Jamás.
Empezó el partido con clara intensidad de Francia. Deschamps alineó un once ofensivo que quiso presionar arriba y llegar en pocos toques al área. Utilizaron muchos las bandas, con Ribery por la izquierda y Jallet por la derecha, y Valbuena tuvo mucha movilidad, aunque no creó un peligro excesivo. En los cinco primeros minutos, daba la sensación de que los locales estaban mucho mejor plantados, pero la primera ocasión fue de España. Sensacional el pase de Iniesta para Monreal, que llegó casi hasta línea de fondo para dejarla muerta ante Xavi, que falló a bocajarro. Es entonces cuando la Roja amarra el balón y no lo suelta hasta el final del partido, haciendo retroceder cada vez más a Francia, que trata de poner en apuros a la defensa española a la contra. Y así lo hicieron cuando Jallet se marchó solo por la derecha y centró para que Benzema mandara alta una ocasión clara de gol. En otra ocasión, Ribery caza un balón largo y se planta solo ante Valdés, que salva el mano a mano ante el francés. Heroico el portero catalán, que tenía una prueba difícil en su estreno en un partido grande.
Antes de esa jugada, Pedro fue víctima de un penalti claro de Lloris, que le hizo una entrada merecedora de expulsión. El árbitro no señaló la pena máxima porque Pedro ya se iba cayendo y eso le confundió. Así se marchó el partido al descanso, con España sin encontrar espacios y sin encontrar a Villa, mientras que Francia atacaba con sus mejores armas, y creaba mucho peligro.
En la segunda parte España salió con más soltura, aunque los locales nunca dejaron de crear peligro. Encontrar espacios entre la entramada defensiva seguía siendo muy complicado, y aun así España lo conseguía cada vez en más ocasiones. Iniesta se plantó solo delante de Lloris y su disparo se marchó por encima. A la siguiente, España no perdonó. Monreal, que fue uno de los mejores del encuentro, volvió a ganar la espalda a la defensa y centró para que Pedro (el pichichi de la selección) rematara en boca de gol. Lloris trató de pararlo, pero el balón consiguió entrar en la portería. La selección se ponía por delante en un escenario difícil y ante una selección que, probablemente, había merecido el gol mucho más.
Entonces Del Bosque sacó a Navas, que revolucionó el partido. El sevillano se movió de un lado a otro, desbordó, y contagió a sus compañeros con su dinamismo. En uno de los primeros balones que tocó, se la jugó a Evra y centró para que Pedro rematara de nuevo ante Lloris, pero esta vez su remate se marchó alto. Respondió Francia con una gran contra cuyo final acabó en Matuidi, que remató flojo a las manos de Valdés. Minutos después, Varane tuvo el gol en sus botas, pero Monreal estorbó al central madridista forzando el saque de puerta. Del Bosque quitó a Pedro, con molestias, y entró de falso "9" Cesc Fábregas. Minutos después, Pogba recibía dos amarillas en apenas segundos por dos feas entradas. El jugador de la Juventus se marchó indignado al túnel de vestuarios, dejando a Francia con diez. Eso no hizo bajar los brazos a los locales, que aún siguieron teniendo ocasiones. Un disparo de Ribery rozando el palo fue la antesala de la ocasión más clara para Francia, cuando en el minuto 85 Evra cabeceaba al saque de una falta y Valdés respondía con una mano prodigiosa. El portero del Barça salvaba de nuevo a España, esta vez en los minutos finales. Un sobresaliente para Víctor.
El partido se había convertido en un recital de Iniesta, que por cada balón que tocaba precedía un detalle de calidad. Sin embargo, España en la segunda parte fue eso y poco más. Alta posesión, control de Alonso y lujo del manchego. Francia mereció más, a mi parecer, aunque su entrenador realizara fatalmente los cambios: quitó a Benzema -abucheado por su afición- y metió al centrocampista Sissoko con el marcador 0-1. Después, metió a Giroud, uno de los jugadores más en forma de la plantilla, en el minuto 93. No tuvo tiempo para nada. Sí España para cerrar el partido definitivamente con una contra que Busquets no quiso materializar y eligió la mala opción de pasar a un compañero. Pero era cuestión de segundos que el árbitro señalara el final, dando la victoria a España. Tres puntos importantísimos que colocan a los de Del Bosque en el liderato del grupo hasta septiembre. Mucho más meritorio el triunfo frente a una rival bastante notable. ¿Próximo destino? Brasil. A por la Confederaciones.
@david_lrl
miércoles, 27 de marzo de 2013
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