El próximo sábado, 7 de
septiembre, todo el mundo tendrá sus miras fijas en Buenos Aires. La capital
argentina será la sede de la 125º sesión del Comité Olímpico Internacional. En
las reuniones que se celebrarán estará en juego buena parte del futuro
inmediato del deporte mundial.
Se elegirá el sucesor de Jacques
Rogge al frente del COI, que después de doce años y afrontar el papel de
sustituir a nuestro Juan Antonio Samaranch, dejará el cargo. El nombre del nuevo
capo del olimpismo saldrá de los seis candidatos que han presentado sus
propuestas para la Presidencia. Parte como favorito el presidente del Comité Olímpico
Aleman, Thomas Bach, que estará en la terna frente al mítico Sergey Bubka, el
banquero puertorriqueño Richard Carrión, el empresario singapurense Ng Ser
Miang, el presidente de la FISA (Federación Internacional de Remo Denis Oswald
y el presidente de AIBA (Federación Internacional de Boxeo Amateur-olímpico)
Ching-Kuo Wu.
Esa será la última elección,
antes los miembros del COI se centrarán en la XXXII Olimpiada. Es decir, la que
tendrá ante sí los JJ.OO. del 2020. Entre la lucha, el squash y el béisbol/softbol
saldrá el deporte que completará el programa olímpico en la cita posterior a Río.
Pero, sin duda, la decisión más
importante o, al menos, la más mediática que se dará a conocer en la ciudad
porteña será la elección de la ville que
organizará los Juegos del 2020. Madrid, Tokio y Estambul son las ciudades que
pasaron el corte para estar, a día de hoy, con el sueño olímpico más
interiorizado que nunca. Tokio busca su segunda cita olímpica tras 1964, y a
pesar de las voces que levantan sospechas ante la seguridad y la contaminación
nuclear después del accidente de Fukushima, lo hace como principal favorita.
Incluso, el presidente de la candidatura ha enviado al COI una carta para
disipar cualquier duda sobre ese tema. En cambio, Estambul, pese a su gran
pujanza al principio de esta carrera de fondo por su poderoso presupuesto, pinta
a priori como la última en la lista. Pero, como ya hemos visto en elecciones
anteriores y como explicaremos después, no siempre gana la favorita y las
tapadas pueden dar la sorpresa en el observado sobre que abrirá Rogge. Por último,
Madrid. La capital española llega a una tercera elección final consecutiva con
el sabor de “ahora o nunca”. Perder una cuarta candidatura (tras 1972, 2012 y
2016) sería un golpe que daría al traste con la, parece, sempiterna ilusión
madrileña.
Pero, ¿cómo se elige a la ciudad?
Las ciudades candidatas tendrán
la oportunidad el próximo sábado de poder ‘venderse’ por última vez. Será la última
ocasión de pedir el apoyo a los miembros del COI que poco después votarán su
elegida. Cada ciudad dispondrá de algo más de una hora para presentar su
proyecto, y donde mostrarán sus mejores cualidades. Por ejemplo, por parte de
la candidatura española, estarán presentes SAR el Príncipe Felipe, el Presidente del
Gobierno Mariano Rajoy, los máximos cargos públicos madrileños, Ignacio González
y Ana Botella, y Pau Gasol, entre otros, representante de los deportistas. Tras
la presentación, se abrirá un turno de preguntas de los, a posteriori, votantes
que deben ser resueltas de la mejor manera posible. Normalmente, son preguntas
de fácil respuesta porque todas las candidatas saben sus puntos flojos y tienen
preparada la respuesta, pero hay preguntas de tal nivel de incomodidad que habrá
que afrontar (todos recordamos la cuestión de Alberto de Mónaco sobre el
terrorismo).
Al terminar las presentaciones,
llegará el ansiado/temido momento de las votaciones. Los miembros del COI con
derecho a voto (los componentes procedentes de los países involucrados no
pueden ejercer su sufragio) elegirán ocultamente su decisión en una primera
ronda. Salvo mayoría absoluta, la ciudad con menos votos quedará eliminada (y
sus miembros en el COI ingresan en la votación). En esta ocasión, la segunda
ronda será la definitiva. El corte dejó solamente a tres posibles sedes como
candidatas y no cuatro como en las últimas ocasiones. Con solo dos ciudades en
esta segunda ronda, la más votada será la sede de los JJ.OO de 2020. Esto se
hará público poco después cuando el aún Presidente Rogge abra el sobre y
mencione las míticas palabras de ‘À la ville de…”. Toda una ciudad y todo
un país verán colmadas sus ilusiones olímpicas
y deberá iniciar un largo camino de siete años de preparación. Este momento
está previsto que ocurra a las 22.30h. (Hora peninsular).
Pero, ¿gana siempre la ciudad mejor preparada?
Llega la difícil pregunta. Quizás,
la culpable de que me haya puesto a escribir estas líneas. Mucha gente piensa
que los miembros del COI son unos jueces justos (y necesarios) que evalúan
exhaustivamente su decisión. Esto queda muy lejos de la realidad. Así debería
ser, pero no lo es.
La gente se pregunta desde hace días
por qué el groso de Madrid 2020 partió hacia Sudamérica hace ya unas semanas.
Aquí entra una palabra que escucharán mucho estos días: el lobby. Estos últimos días, poco se parecen a los años de preparación
ni incluso a la visita de la comisión evaluadora por las diferentes candidatas.
Por cercanía, por popularidad, por respeto o por cualquier disparatada
ocurrencia que se os ocurra, en estos momentos se están ganando los votos claves
de la elección. Reunirse una y otra vez con los miembros del COI. Una y otra
vez, repito. Pedir el voto. Sí, como si fuera una campaña electoral de
cualquier ciudad. Mostrar amabilidad y venderte lo mejor posible. Si algún día llegas a ser lobby, no te engañes si
todo el mundo con quien te reúnas te da el ‘sí’ por respuesta. Es lo normal.
Por cifras de estos días, y sin conocer el panorama, cualquier candidata podría
pensar que tiene a la totalidad del COI a su favor. Madrid apretará esta cuestión
exprimiendo el respeto internacional a la Casa Real con el Príncipe Felipe, los
representantes políticos y con la presencia de una amplia expedición de
deportistas internacionales. Sí, aunque no lo creamos, al representando de Tailandia
le puede hacer mucha ilusión una foto con Pau Gasol, o al mexicano una conversación
con Mireia Belmonte u Ona Carbonell. Y esto, señoras y señores, es el lobby.
Pero muchas otras cuestiones
entran en juego. En el COI, también hay, por así decirlo, envidias insanas.
Quizás no es el sustantivo correcto pero os lo intentaré explicar. San
Petersburgo, París o Copenhague son ciudades europeas que ya han tomado la
decisión de postular por los JJ.OO. de 2024. ¿Y qué pasa? Cómo ya se comentó
hace 4 años con la elección del 2016, a Madrid no le venía nada bien que Londres
fuera la sede del 2012. El COI tiene una norma no escrita de no realizar dos
citas olímpicas en el mismo continente de forma sucesiva. Ahí vemos una de las
respuestas a la elección de Río, que supo unir esta norma a otra de cada vez más
pujanza: “Llevar los JJ.OO. a todos los rincones del planeta”. ¿Y por qué
hablaba de esto? No contemos con los votos europeos para Madrid. Los
representantes de nuestro continente mirarán por sus futuras candidaturas y,
como es normal en estos casos, no se tirarán piedras sobre su tejado. Por ello,
tenemos que tener las vistas en otros lugares. ¿Asia? Tampoco me fiaría mucho.
Con Pekín tan reciente, no veo otra capital en todo oriente capaz de luchar por
un evento de tales características. Por cual, lo normal sería que brindaran su
apoyo a Tokio. Hay que luchar por una América aliada a nuestro fin. Con las propuestas
ya confirmadas de Washington y Buenos Aires para la siguiente elección, debemos
ser su socio perfecto. Y, a todo esto, estará Estambul con su potencial económico
que a saber a donde le hace llegar.
“Todo este lío termina al principio de las votaciones, ¿no?”
Pues no. Como ya hemos visto, las
votaciones se separan en rondas eliminatorias. Es decir, hay ciudades que
quedan fuera y sus miembros entran en la votación. Estos se unirán a los ya
conocidos que acabamos de nombrar y destinarán su voto al menos dañino a una
nueva propuesta nacional (en caso de que esto fuera contra Madrid, será menor
su efecto ya que Japón y Turquía cuentan con sólo uno). Aunque,
eso sí, estas novedades casi son insignificantes (me he atrevido demasiado,
¡cualquier voto cuenta! Que se lo digan a Madrid 2012…). No sólo entran a la
votación tras estas eliminaciones (en esta ocasión, solo una) los miembros del
país que queda fuera sino también sus votantes. Haciendo un ejemplo: Si
Estambul es eliminada con 25 votos, estos sufragios se repartirán entre las
candidaturas que queden. Por lo tanto, como decíamos anteriormente, cualquiera
buena cara es buena. El ‘Sí’ que prometieron, se volvió en ‘No’ en la primera
votación pero puede volver a convertirse en nuestro apoyo al final.
Un verdadero baile de intereses
será lo que veremos el próximo sábado. Eso sí, no niego que algún (o muchos)
miembros del COI lleguen a Buenos Aires con el voto escogido por justicia y
valoración de las candidaturas. De todo hay en la viña del…
Solo queda esperar. Poco más
podemos hacer. Nada está en nuestras manos. Solo desear la suerte a todos. En
especial, a Madrid. Unos JJ.OO. son muy importantes para un nación, pero aún lo
es más para sus deportistas. Esos que nos dan alegrías cada fin de semana y
para alguno del que ni hemos oído hablar. Qué pase lo que… los del COI quieran.
@JoseMAmoros