martes, 3 de septiembre de 2013

El Olimpismo decide en Buenos Aires

El próximo sábado, 7 de septiembre, todo el mundo tendrá sus miras fijas en Buenos Aires. La capital argentina será la sede de la 125º sesión del Comité Olímpico Internacional. En las reuniones que se celebrarán estará en juego buena parte del futuro inmediato del deporte mundial.

Se elegirá el sucesor de Jacques Rogge al frente del COI, que después de doce años y afrontar el papel de sustituir a nuestro Juan Antonio Samaranch, dejará el cargo. El nombre del nuevo capo del olimpismo saldrá de los seis candidatos que han presentado sus propuestas para la Presidencia. Parte como favorito el presidente del Comité Olímpico Aleman, Thomas Bach, que estará en la terna frente al mítico Sergey Bubka, el banquero puertorriqueño Richard Carrión, el empresario singapurense Ng Ser Miang, el presidente de la FISA (Federación Internacional de Remo Denis Oswald y el presidente de AIBA (Federación Internacional de Boxeo Amateur-olímpico) Ching-Kuo Wu.

Esa será la última elección, antes los miembros del COI se centrarán en la XXXII Olimpiada. Es decir, la que tendrá ante sí los JJ.OO. del 2020. Entre la lucha, el squash y el béisbol/softbol saldrá el deporte que completará el programa olímpico en la cita posterior a Río.

Pero, sin duda, la decisión más importante o, al menos, la más mediática que se dará a conocer en la ciudad porteña será la elección de la ville que organizará los Juegos del 2020. Madrid, Tokio y Estambul son las ciudades que pasaron el corte para estar, a día de hoy, con el sueño olímpico más interiorizado que nunca. Tokio busca su segunda cita olímpica tras 1964, y a pesar de las voces que levantan sospechas ante la seguridad y la contaminación nuclear después del accidente de Fukushima, lo hace como principal favorita. Incluso, el presidente de la candidatura ha enviado al COI una carta para disipar cualquier duda sobre ese tema. En cambio, Estambul, pese a su gran pujanza al principio de esta carrera de fondo por su poderoso presupuesto, pinta a priori como la última en la lista. Pero, como ya hemos visto en elecciones anteriores y como explicaremos después, no siempre gana la favorita y las tapadas pueden dar la sorpresa en el observado sobre que abrirá Rogge. Por último, Madrid. La capital española llega a una tercera elección final consecutiva con el sabor de “ahora o nunca”. Perder una cuarta candidatura (tras 1972, 2012 y 2016) sería un golpe que daría al traste con la, parece, sempiterna ilusión madrileña.

Pero, ¿cómo se elige a la ciudad?

Las ciudades candidatas tendrán la oportunidad el próximo sábado de poder ‘venderse’ por última vez. Será la última ocasión de pedir el apoyo a los miembros del COI que poco después votarán su elegida. Cada ciudad dispondrá de algo más de una hora para presentar su proyecto, y donde mostrarán sus mejores cualidades. Por ejemplo, por parte de la candidatura española, estarán presentes  SAR el Príncipe Felipe, el Presidente del Gobierno Mariano Rajoy, los máximos cargos públicos madrileños, Ignacio González y Ana Botella, y Pau Gasol, entre otros, representante de los deportistas. Tras la presentación, se abrirá un turno de preguntas de los, a posteriori, votantes que deben ser resueltas de la mejor manera posible. Normalmente, son preguntas de fácil respuesta porque todas las candidatas saben sus puntos flojos y tienen preparada la respuesta, pero hay preguntas de tal nivel de incomodidad que habrá que afrontar (todos recordamos la cuestión de Alberto de Mónaco sobre el terrorismo).
Al terminar las presentaciones, llegará el ansiado/temido momento de las votaciones. Los miembros del COI con derecho a voto (los componentes procedentes de los países involucrados no pueden ejercer su sufragio) elegirán ocultamente su decisión en una primera ronda. Salvo mayoría absoluta, la ciudad con menos votos quedará eliminada (y sus miembros en el COI ingresan en la votación). En esta ocasión, la segunda ronda será la definitiva. El corte dejó solamente a tres posibles sedes como candidatas y no cuatro como en las últimas ocasiones. Con solo dos ciudades en esta segunda ronda, la más votada será la sede de los JJ.OO de 2020. Esto se hará público poco después cuando el aún Presidente Rogge abra el sobre y mencione las míticas palabras de ‘À la ville de…”. Toda una ciudad y todo un país verán colmadas sus ilusiones olímpicas y deberá iniciar un largo camino de siete años de preparación. Este momento está previsto que ocurra a las 22.30h. (Hora peninsular).

Pero, ¿gana siempre la ciudad mejor preparada?

Llega la difícil pregunta. Quizás, la culpable de que me haya puesto a escribir estas líneas. Mucha gente piensa que los miembros del COI son unos jueces justos (y necesarios) que evalúan exhaustivamente su decisión. Esto queda muy lejos de la realidad. Así debería ser, pero no lo es.

La gente se pregunta desde hace días por qué el groso de Madrid 2020 partió hacia Sudamérica hace ya unas semanas. Aquí entra una palabra que escucharán mucho estos días: el lobby. Estos últimos días, poco se parecen a los años de preparación ni incluso a la visita de la comisión evaluadora por las diferentes candidatas. Por cercanía, por popularidad, por respeto o por cualquier disparatada ocurrencia que se os ocurra, en estos momentos se están ganando los votos claves de la elección. Reunirse una y otra vez con los miembros del COI. Una y otra vez, repito. Pedir el voto. Sí, como si fuera una campaña electoral de cualquier ciudad. Mostrar amabilidad y venderte lo mejor posible. Si algún día llegas a ser lobby, no te engañes si todo el mundo con quien te reúnas te da el ‘sí’ por respuesta. Es lo normal. Por cifras de estos días, y sin conocer el panorama, cualquier candidata podría pensar que tiene a la totalidad del COI a su favor. Madrid apretará esta cuestión exprimiendo el respeto internacional a la Casa Real con el Príncipe Felipe, los representantes políticos y con la presencia de una amplia expedición de deportistas internacionales. Sí, aunque no lo creamos, al representando de Tailandia le puede hacer mucha ilusión una foto con Pau Gasol, o al mexicano una conversación con Mireia Belmonte u Ona Carbonell. Y esto, señoras y señores, es el lobby.

Pero muchas otras cuestiones entran en juego. En el COI, también hay, por así decirlo, envidias insanas. Quizás no es el sustantivo correcto pero os lo intentaré explicar. San Petersburgo, París o Copenhague son ciudades europeas que ya han tomado la decisión de postular por los JJ.OO. de 2024. ¿Y qué pasa? Cómo ya se comentó hace 4 años con la elección del 2016, a Madrid no le venía nada bien que Londres fuera la sede del 2012. El COI tiene una norma no escrita de no realizar dos citas olímpicas en el mismo continente de forma sucesiva. Ahí vemos una de las respuestas a la elección de Río, que supo unir esta norma a otra de cada vez más pujanza: “Llevar los JJ.OO. a todos los rincones del planeta”. ¿Y por qué hablaba de esto? No contemos con los votos europeos para Madrid. Los representantes de nuestro continente mirarán por sus futuras candidaturas y, como es normal en estos casos, no se tirarán piedras sobre su tejado. Por ello, tenemos que tener las vistas en otros lugares. ¿Asia? Tampoco me fiaría mucho. Con Pekín tan reciente, no veo otra capital en todo oriente capaz de luchar por un evento de tales características. Por cual, lo normal sería que brindaran su apoyo a Tokio. Hay que luchar por una América aliada a nuestro fin. Con las propuestas ya confirmadas de Washington y Buenos Aires para la siguiente elección, debemos ser su socio perfecto. Y, a todo esto, estará Estambul con su potencial económico que a saber a donde le hace llegar.

“Todo este lío termina al principio de las votaciones, ¿no?”

Pues no. Como ya hemos visto, las votaciones se separan en rondas eliminatorias. Es decir, hay ciudades que quedan fuera y sus miembros entran en la votación. Estos se unirán a los ya conocidos que acabamos de nombrar y destinarán su voto al menos dañino a una nueva propuesta nacional (en caso de que esto fuera contra Madrid, será menor su efecto ya que Japón y Turquía cuentan con sólo uno). Aunque, eso sí, estas novedades casi son insignificantes (me he atrevido demasiado, ¡cualquier voto cuenta! Que se lo digan a Madrid 2012…). No sólo entran a la votación tras estas eliminaciones (en esta ocasión, solo una) los miembros del país que queda fuera sino también sus votantes. Haciendo un ejemplo: Si Estambul es eliminada con 25 votos, estos sufragios se repartirán entre las candidaturas que queden. Por lo tanto, como decíamos anteriormente, cualquiera buena cara es buena. El ‘Sí’ que prometieron, se volvió en ‘No’ en la primera votación pero puede volver a convertirse en nuestro apoyo al final.

Un verdadero baile de intereses será lo que veremos el próximo sábado. Eso sí, no niego que algún (o muchos) miembros del COI lleguen a Buenos Aires con el voto escogido por justicia y valoración de las candidaturas. De todo hay en la viña del…


Solo queda esperar. Poco más podemos hacer. Nada está en nuestras manos. Solo desear la suerte a todos. En especial, a Madrid. Unos JJ.OO. son muy importantes para un nación, pero aún lo es más para sus deportistas. Esos que nos dan alegrías cada fin de semana y para alguno del que ni hemos oído hablar. Qué pase lo que… los del COI quieran.


@JoseMAmoros

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