jueves, 10 de julio de 2014

¡Romero fue “San Goyco”; Argentina, finalista!



La Albiceleste vuelve a una final tras superar a Holanda en la tanda de penaltis

¡Partido de ajedrez en el Arena Corinthians.! Por un lado, Van Gaal; por el otro, Sabella. El míster neerlandés dispuso férreos marcajes individuales. Cortar el juego con infracciones fue el sistema predilecto de la libreta de Louis. Luego, encomendarse a Robben. ¿Qué planificó Sabella? Un férreo 4-4-2. ¡Argentina jugó y luchó como un equipo de Simeone! Pensó el partido con la cabeza y lo ejecutó con el corazón. El espíritu del Cholo anduvo suelto en San Pablo. ¿Mejor ejemplo? El cuchillo en los dientes con el que jugó los 120’ el “León” Mascherano.

¿Por qué ganó Argentina? Porque superó en ocasiones de gol e inteligencia táctica a una ‘oranje’ anestesiada por la garra y el guión albiceleste. ¡Y por Súper Romero!  El arquero del Mónaco tomó el legado de San Goyco. En Italia 90, Sergio Goycochea; en Brasil 2014, Sergio Romero. Veinticuatro años después, los guantes salvadores de Romero emularon la epopeya protagonizada por Goycochea.

Vuelvo al análisis del partido. Argentina le negó espacios a Holanda. Y controló a Robben. Sabella atormentó a Van Gaal con la receta “bilardiana” y el infinito coraje de sus pupilos. Argentina fue el dominador psicológico y futbolístico de la semifinal. No era un partido para brillar; era un duelo estratégico áspero e intenso. Así lo interpretó Sabella. Y así se lo transmitió a sus 23 gladiadores.

¿Por qué perdió Holanda? Porque Van Gaal –aunque le duela a su desmedido ego– no tuvo un plan B para contrarrestar el pizarrón de Sabella. El partido se jugó como lo pensó el entrenador argentino. En el balance global, la Selección dominó por guión y coraje. Holanda nunca inquietó a San Romero. Salvo un cruce heroico de Mascherano a Robben, la Naranja de Van Gaal fue un once estéril e inofensivo.  A tal punto que Argentina no mereció “padecer” la dramática trama de los penales.

¡Argentina está de fiesta! La tercera estrella sigue siendo un sueño concreto. Aunque la maquinaria alemana de Löw asuste. Entre tanto, en el paraíso de la pelota, desaforados gritos de “Grande, Chiquito” alteraron la celestial armonía. ¿El protagonista? ¡Don Alfredo Di Stéfano! A su lado, pícaro y eufórico, el Topo López le sugirió mantener la cábala para la final del Maracaná. "¡Alfredo, vos llevá la foto de Francisco; yo, la camiseta de D10S!".

FICHA TÉCNICA

HOLANDA: Cillessen, Kuyt, Vlaar, De Vrij, Martins Indi (Janmaat, min 46); Blind, De Jong (Clasie, min 61), Wijnaldum, Sneijder; Robben, Van Persie (Huntelaar, min 95). 

ARGENTINA: Romero; Zabaleta, Demichelis, Garay, Rojo; Biglia, Mascherano, Enzo Pérez (Rodrigo Palacio, min 80); Lavezzi (Maxi Rodríguez, min 100), Messi e Higuaín (Agüero, min 81). 

ÁRBITRO: Cuneyt Cakir (Turquía). Mostró amarilla a Martins Indi (min 44), Demichelis (min 48), Huntelaar (min 104). 

TANDA DE PENALTIS: Vlaar, falla;  Messi, gol; Robben, gol; Garay, gol; Sneijder, falla; Agüero, gol; Kuyt, gol; Maxi Rodríguez, gol. 

INCIDENCIAS: segunda semifinal del Mundial de Brasil disputada en el estadio Arena de Sao Paulo de Sao Paulo.

MVP: Sergio Romero



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