martes, 16 de abril de 2013

Las claves de la jornada 31

- El estado de forma de la Real Sociedad: Están haciendo una temporada impresionante, a todos los jugadores se les ve frescos y con confianza, parecen capaces de ganar en cualquier campo y frente a cualquier rival. Philippe Montanier, criticado por su propia afición durante toda la temporada anterior, es el ejemplo de que hay que confiar en un proyecto y en una idea futbolística. Llegó tras ascender desde categorías regionales hasta la Ligue 1 al Bolougne, y de completar temporadas históricas dirigiendo al Valenciannes. En su primera temporada, la Real tenía mimbres para hacer algo grande, pero hacía falta acomplar los fichajes y habituarse a un esquema diferente de juego. Esta temporada es la de la confirmación, y es que la Real cuenta con grandes activos en su plantilla: un buen portero (Bravo), jóvenes canteranos con proyección (Iñigo Martínez, Illarramendi, Rubén Pardo), jugadores desequilibrantes (Griezmann, Chori Castro, Xabi Prieto), y goleadores (Aguirretxe, Vela). Además, el mexicano es uno de esos jugadores que cambian la dinámica de un partido. Pocos equipos pueden presumir de tener un jugador capaz de desatascar encuentros de esa manera -aparte de Madrid y Barça, claro-. Con la victoria al Rayo por 0-2, el conjunto txuri-urdin enlaza 13 partidos sin perder, y de las últimas 21 jornadas sólo perdió en el Bernabéu (4-3). Cifras para estar en la próxima edición de la Champions League. Tiene buena pinta.

- La mejor temporada de Ivan Rakitic: El año que está haciendo el mediocentro croata es absolutamente espectacular. Confirmado como uno de los mejores asistentes de la Liga por su excelente golpeo en los lanzamientos de falta y su visión para encontrar huecos, el ex del Schalke también está brillando por su frecuente llegada al área rival. Tanto es así que Rakitic ya encadena ocho goles, dos de ellos firmados en el Benito Villamarín esta misma jornada, ambos definiendo como un auténtico "killer". Ya ha igualado su mejor temporada anotadora (la 09/10) y estamos ante la mejor versión del, posiblemente, jugador más influyente en el buen juego sevillista. Imprescindible para Unai Emery.

- La resurrección deportivista: Quién iba a pensar a estas alturas que el Deportivo de la Coruña iba a estar fuera de los puestos de descenso. El equipo estaba condenado a Segunda hace a penas un mes -a 8 puntos de la salvación-, pero las cuatro victorias consecutivas ante rivales directos (Celta, Mallorca, Zaragoza y Levante) han catapultado a los de Fernando Vázquez hacia la salida del túnel. Además, los partidos se están sacando a base de goles, muchos goles: son 13 en esos cuatro enfrentamientos. Mérito de Riki, Pizzi, Gama y compañía. Y por supuesto, mérito de Vázquez. Ahora nadie da al Deportivo como candidato a descender. Su dinámica es su mejor argumento.

- La ausencia de Iago Aspas merma al Celta: Cuando el mejor jugador del Celta fue expulsado en Riazor hace cuatro jornadas, Vigo se quedó sin su mayor esperanza para permanecer en Primera División. Desde entonces, tres derrotas y un empate -eso sí, ante el Barça- que demuestran la clara dependencia hacia un jugador que precisamente hará las maletas a final de temporada con rumbo casi seguro al Valencia. Más allá de los resultados, el Celta está sin confianza. El juego que predicaba Paco Herrera no tiene comparación con el de Abel Resino, y los jugadores no consiguen adaptarse al nuevo esquema. Y la falta de  ánimo es considerable. Aspas conseguía contagiar a su equipo a base de su espléndido dinamismo. Pero los vigueses tendrán que seguir esperando su reaparición una jornada más. Lamentablemente, se perderá un decisivo Celta - Zaragoza.




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