1. El orgullo del Real Madrid. Con un juego nunca antes visto en ningún clásico, el conjunto blanco salió desde el minuto uno a comerse al Barça, y vaya si lo hizo. Pudo estar ganando 0-3 perfectamente a la media hora. Su juego, rápido y comedido, le permitió crear numerosas ocasiones. El Barça, a pesar de todo, se puso 2-0 al descanso, pero eso no frenó al Madrid. Siguió luchando pensando en su historia y en su escudo y acabo empatando el partido, quedándose a un único gol de la eliminatoria. Dejó a los azulgranas boquiabiertos y al mundo entero reconociendo el orgullo madridista. Como dijo ayer Diego Torres, periodista de El País: "El Real Madrid ha sido eliminado de la Copa del Rey, pero ha encontrado el camino para ganar Liga y Champions".
2. Özil, que maravilla. En una hipotética remontada, se podía pensar que el sacrificado sería el alemán, visto el bajón que sufre esta temporada y que su físico tampoco acompaña demasiado. Sin embargo, Mesut Özil firmó, probablemente, el mejor partido de su carrera. Hasta ahora no había brillado en ningún clásico, ayer deslumbró por encima de Messi, Cristiano y cualquiera que hubiera pasado por el césped del Camp Nou. Quebró a Abidal siempre que quiso, todos sus pases fueron acertados (incluida la excelente asistencia a Cristiano Ronaldo), su entrega asombrosa y pudo haber marcado un golazo que se estrelló contra el larguero.
3. Arbitraje. Muy malo, como cabía de esperar de un árbitro como Teixeira Vitienes. Paró el juego todo lo que pudo, se equivocó en fueras de juego, penaltis, expulsiones... puso la guinda a su horrible actuación cuando pitó el final del partido con el tiempo sin cumplir y con falta a favor del Real Madrid. No entiendo como el Comité de Árbitros permite que alguien así arbitre un partido de tales dimensiones. Bochornoso.
4. Higuaín y Benzema. Ambos llevan un pulso brutal desde que empezó la temporada. Sin embargo, para muchos, lo que pasó ayer es motivo para crucificar a uno y glorificar al otro. El "Pipa" fue titular, y falló un gol cantado a los doce segundos de comenzar el encuentro. Esa jugada le condicionó para el resto del partido, pues aunque siempre estuvo al acecho, en el momento y lugar oportunos, casi nunca optó por la decisión correcta, o realizó un remate verdaderamente espantoso. Benzema fue suplente, entró en la segunda parte y se salió con un golazo de bandera, con sombrero a Puyol dentro del área incluido. No hay duda de que Benzema posee el doble de capacidad técnica que Higuaín. No hay duda de que Benzema debe ser titular sí o sí. Pero no se puede dudar de un delantero que marca a pares, y que ha tenido la mala suerte de pifiarla en dos momentos clave: Lyon en octavos de UCL hace dos años y ayer en el Camp Nou. Es muy injusto.
5. La Copa todavía no es del Barça. Lo que ha dejado claro este partido (y parte de la temporada) es que el Barça es más vulnerable. Algunos equipos están aprendiendo a jugarle al "Pep Team". Si a eso le unimos las lesiones que está sufriendo (Iniesta y Alexis serán baja para las próximas 2-3 semanas), podemos decir que tanto el Valencia (si pasa hoy contra el Levante) como el Athletic (si pasa ante el histórico Mirandés) pueden hacerle mucho daño a los azulgranas. Ojo con ellos, son grandes aspirantes.
@david_lrl
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