sábado, 23 de marzo de 2013

Contra un muro finlandés

No era el partido más fácil del mundo ni mucho menos. Finlandia llegaba al Molinón sin nada que perder y con la esperanza de rascar lo que al final consiguió: un empate fruto de un despiste en defensa de España que propició el tanto de Pukki, el ariete del Schalke 04. Firmes atrás y sin dejar que la selección practicara su fútbol, los finlandeses están demostrando ser un verdadero escollo en los tres partidos disputados (0-1, 1-1, 1-1).




No fue la España de siempre, como decimos. Se pareció más a ese equipo que acapara prácticamente toda la posesión (77%, en ocasiones rondando el 90%) pero muy falto de ideas en ataque, incapaz de hacer fluir la pelota con facilidad. En la primera parte solo inquietó la meta de Finlandia con tiros lejanos de Cesc, Iniesta y Cazorla. Los primeros 45 minutos se fueron volando sin atisbos de que el juego de la selección mejorara. La segunda parte empezó mejor que nunca, con un gran gol de cabeza del hombre - centenario, Sergio Ramos, que celebraba sus 100 partidos adelantando a España tras un córner botado por Silva. Esa fue la única manera de anotar un gol ante Finlandia, a balón parado. Y el resto de ocasiones del equipo de Del Bosque fueron por alto y no por donde mejor sabe producir, a ras de césped.

Cuando más se relajó España -y así la zona defensiva- llegó el gol de Pukki tras un centro desde la izquierda. Perplejos, comenzaron las prisas, los balones por alto buscando a un recién incorporado Negredo. Se sacaron más de una quincena de córners sin éxito, el muro finlandés aguantó hasta el final. España empató un partido muy trascendente, sobre todo porque al mismo tiempo ganaba Francia por 3-1 a Georgia y se colocaba como primera de grupo. Ahora España necesita ganar en Saint Dennis si no quiere verse en una repesca donde puede enfrentarse a rivales francamente complicados. La campeona de Europa, contra las cuerdas.


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