miércoles, 27 de marzo de 2013

España ha vuelto

Había que confiar. Era un partido muy difícil, y además se vio en el terreno de juego se Saint Denis. Francia usó sus armas, y de la mano de un Ribery espectacular tuvieron diversas ocasiones que podían haber propiciado un resultado distinto al final. Pero España se sobrepuso para dar un golpe sobre la mesa ante toda Europa y demostrar que en las grandes citas, la selección jamás defrauda. Jamás.




Empezó el partido con clara intensidad de Francia. Deschamps alineó un once ofensivo que quiso presionar arriba y llegar en pocos toques al área. Utilizaron muchos las bandas, con Ribery por la izquierda y Jallet por la derecha, y Valbuena tuvo mucha movilidad, aunque no creó un peligro excesivo. En los cinco primeros minutos, daba la sensación de que los locales estaban mucho mejor plantados, pero la primera ocasión fue de España. Sensacional el pase de Iniesta para Monreal, que llegó casi hasta línea de fondo para dejarla muerta ante Xavi, que falló a bocajarro. Es entonces cuando la Roja amarra el balón y no lo suelta hasta el final del partido, haciendo retroceder cada vez más a Francia, que trata de poner en apuros a la defensa española a la contra. Y así lo hicieron cuando Jallet se marchó solo por la derecha y centró para que Benzema mandara alta una ocasión clara de gol. En otra ocasión, Ribery caza un balón largo y se planta solo ante Valdés, que salva el mano a mano ante el francés. Heroico el portero catalán, que tenía una prueba difícil en su estreno en un partido grande.

Antes de esa jugada, Pedro fue víctima de un penalti claro de Lloris, que le hizo una entrada merecedora de expulsión. El árbitro no señaló la pena máxima porque Pedro ya se iba cayendo y eso le confundió. Así se marchó el partido al descanso, con España sin encontrar espacios y sin encontrar a Villa, mientras que Francia atacaba con sus mejores armas, y creaba mucho peligro.

En la segunda parte España salió con más soltura, aunque los locales nunca dejaron de crear peligro. Encontrar espacios entre la entramada defensiva seguía siendo muy complicado, y aun así España lo conseguía cada vez en más ocasiones. Iniesta se plantó solo delante de Lloris y su disparo se marchó por encima. A la siguiente, España no perdonó. Monreal, que fue uno de los mejores del encuentro, volvió a ganar la espalda a la defensa y centró para que Pedro (el pichichi de la selección) rematara en boca de gol. Lloris trató de pararlo, pero el balón consiguió entrar en la portería. La selección se ponía por delante en un escenario difícil y ante una selección que, probablemente, había merecido el gol mucho más.

Entonces Del Bosque sacó a Navas, que revolucionó el partido. El sevillano se movió de un lado a otro, desbordó, y contagió a sus compañeros con su dinamismo. En uno de los primeros balones que tocó, se la jugó a Evra y centró para que Pedro rematara de nuevo ante Lloris, pero esta vez su remate se marchó alto. Respondió Francia con una gran contra cuyo final acabó en Matuidi, que remató flojo a las manos de Valdés. Minutos después, Varane tuvo el gol en sus botas, pero Monreal estorbó al central madridista forzando el saque de puerta. Del Bosque quitó a Pedro, con molestias, y entró de falso "9" Cesc Fábregas. Minutos después, Pogba recibía dos amarillas en apenas segundos por dos feas entradas. El jugador de la Juventus se marchó indignado al túnel de vestuarios, dejando a Francia con diez. Eso no hizo bajar los brazos a los locales, que aún siguieron teniendo ocasiones. Un disparo de Ribery rozando el palo fue la antesala de la ocasión más clara para Francia, cuando en el minuto 85 Evra cabeceaba al saque de una falta y Valdés respondía con una mano prodigiosa. El portero del Barça salvaba de nuevo a España, esta vez en los minutos finales. Un sobresaliente para Víctor.

El partido se había convertido en un recital de Iniesta, que por cada balón que tocaba precedía un detalle de calidad. Sin embargo, España en la segunda parte fue eso y poco más. Alta posesión, control de Alonso y lujo del manchego. Francia mereció más, a mi parecer, aunque su entrenador realizara fatalmente los cambios: quitó a Benzema -abucheado por su afición- y metió al centrocampista Sissoko con el marcador 0-1. Después, metió a Giroud, uno de los jugadores más en forma de la plantilla, en el minuto 93. No tuvo tiempo para nada. Sí España para cerrar el partido definitivamente con una contra que Busquets no quiso materializar y eligió la mala opción de pasar a un compañero. Pero era cuestión de segundos que el árbitro señalara el final, dando la victoria a España. Tres puntos importantísimos que colocan a los de Del Bosque en el liderato del grupo hasta septiembre. Mucho más meritorio el triunfo frente a una rival bastante notable. ¿Próximo destino? Brasil. A por la Confederaciones.


@david_lrl

martes, 26 de marzo de 2013

A conquistar Saint Denis

¿Se acuerdan del gol de Torres a Alemania verdad? Picadita por encima de Lehmann y entra llorando en las redes del estadio Ernst Happel. Ni hace falta preguntar que el primer gol que se nos viene a la cabeza todos los días a los españoles es el de Iniesta a Holanda en Johannesburgo. Aún después de aquel rechace ortopédico de Van der Vaart, resulta bellísimo en plasticidad y ejecución. Y para colmo, todavía tenemos reciente el mayor rapapolvo que se ha dado en una final europea. Ocurrió en el estadio Olímpico de Kiev, cuando una Italia pusilánime fue aplastada por un equipo que ya es historia del fútbol. Han sido cuatro años fabulosos de éxitos, que nadie jamás hubiera imaginado. Sin embargo, como todo lo que sube baja, hay que plantearse la quizás remota y absurda idea de que España deje de conquistar títulos uno detrás de otro. Somos los mejores, tenemos a los mejores y jugamos como los mejores. Pero en fútbol, ni siquiera eso asegura triunfos hasta la eternidad.

Hoy, España se la juega en Saint Denis en un partido clave en la clasificación para el Mundial 2014. Segundos en la clasificación, dos puntos por debajo de una mejorada Francia y con malas sensaciones en los últimos partidos disputados, una derrota en París significaría la más que probable condena a una repesca donde esperarán rivales de la talla de Portugal, Inglaterra, Suecia o Croacia. Todos inferiores a España, sí. Pero, ¿nos podemos fiar de algún equipo a doble partido y con serias aspiraciones de estar en el próximo torneo mundial?

No podemos permitirnos el riesgo de la repesca. El campeón continental y mundial se jugaría su pase en dos miseros y complicados partidos. Hay que ser líderes de grupo. Y para ello, hay que ganar en Saint Denis. No me malinterpreten, no creo que sea una proeza ganar allí y a este rival -ya lo hicimos en 2010 y en la pasada Eurocopa-, pero hay que reconocer que el partido es una navaja de doble filo. Deschamps ha revolucionado a la selección gala y la ha convertido en un rival peligrosísimo. El principal defecto de los bleus se ha solucionado considerablemente con el cambio generacional en el centro de la zaga: los Konscielny, Mexes y Rami no daban la talla en los partidos importantes. Es el turno de Sakho y Varane, 23 y 19 años respectivamente. Uno, realizando una gran campaña en el PSG, líder de la Ligue 1 y cuartofinalista de la Champions; el otro, confirmándose en el Real Madrid como el central más prometedor de Europa. Los dos son una firme apuesta del seleccionador galo, que además confía en Jallet y Evra por delante de Clichy y Debuschy -lesionado, pero suplente de todas formas-. En el centro, apuesta por un trivote con Matuidi, Cabaye y Pogba con intención de reforzar el medio campo -contra Georgia jugó ofensivo total, con Matuidi como único centrocampista defensivo-, si bien resulta más dinámico del que se esperaba. Pogba está en un buen momento de forma y es un jugador mucho más ofensivo de lo que podían ser Gonalons o Sissoko. Arriba, un tridente mortal con Ribery, Valbuena -el jugador más en forma de Francia- y Benzema, que lleva 11 partidos sin marcar con la selección y se encuentra falto de confianza. Hoy tiene una importante revalida y será peligroso en cualquier caso. En el banquillo esperará Giroud, un delantero con crecimiento ascendente esta temporada. Ha llegado mejor que nunca.




España pierde para este partido a Silva por sanción y a Jordi Alba por lesión, dos bajas importantes porque eran indiscutibles -sobre todo el catalán-, pero la selección tiene una plantilla muy extensa en recursos. Seguramente volverá Pedro al once, se trata del jugador más en forma de la selección -ha marcado 9 goles desde la Eurocopa- y gran parte del peso ofensivo debe recaer en él. Al otro lado del tridente estará Andrés Iniesta, y en punta Del Bosque confía en David Villa, titular por primera vez en un partido importante desde el Mundial. La mejor noticia es la vuelta al once de Xabi y Xavi, que formarán junto a Busquets el considerado mejor centro del campo del planeta. En ellos recae la responsabilidad de hacer que España vuelva a jugar como sabe tras el fiasco ante Finlandia en Gijón. En defensa,  Monreal se ha ganado el puesto en el lateral izquierdo para sustituir a Alba.

En las porterías, Hugo Lloris y Victor Valdés, dos de los mejores porteros del mundo que jugarán uno de los partidos más importantes de su carrera bajo palos. Una gran oportunidad sobre todo para el portero del Barcelona, que a la sombra de Casillas nunca ha disputado un partido con la Roja de tales características. Hoy será el centro de todas las miradas.


La selección española no está realizando una clasificación deslumbrante. Salvo el 0-4 a Bielorrusia, los de Vicente Del Bosque lo han pasado mal ante Georgia - a la que ganaron en el último minuto-, ante Finlandia el pasado viernes (1-1) y ante la propia Francia, que le superó en la segunda parte en el Calderón, viéndose empatada en la última jugada del partido. No son buenas sensaciones para el compromiso de esta noche, pero la Roja siempre ha dado la cara en las grandes citas. Es verdad que todo tiene un techo y España parece haberse estancado, pero no podemos dejar de confiar en un equipo que siempre lo ha dado todo y siempre ha conseguido lo que se ha propuesto. Ganar en París sería un golpe de autoridad ante pesimistas, derrotistas y, sobre todo, ante los ojos de todo el mundo. Para demostrar que la vigente campeona sigue viva.




sábado, 23 de marzo de 2013

Contra un muro finlandés

No era el partido más fácil del mundo ni mucho menos. Finlandia llegaba al Molinón sin nada que perder y con la esperanza de rascar lo que al final consiguió: un empate fruto de un despiste en defensa de España que propició el tanto de Pukki, el ariete del Schalke 04. Firmes atrás y sin dejar que la selección practicara su fútbol, los finlandeses están demostrando ser un verdadero escollo en los tres partidos disputados (0-1, 1-1, 1-1).




No fue la España de siempre, como decimos. Se pareció más a ese equipo que acapara prácticamente toda la posesión (77%, en ocasiones rondando el 90%) pero muy falto de ideas en ataque, incapaz de hacer fluir la pelota con facilidad. En la primera parte solo inquietó la meta de Finlandia con tiros lejanos de Cesc, Iniesta y Cazorla. Los primeros 45 minutos se fueron volando sin atisbos de que el juego de la selección mejorara. La segunda parte empezó mejor que nunca, con un gran gol de cabeza del hombre - centenario, Sergio Ramos, que celebraba sus 100 partidos adelantando a España tras un córner botado por Silva. Esa fue la única manera de anotar un gol ante Finlandia, a balón parado. Y el resto de ocasiones del equipo de Del Bosque fueron por alto y no por donde mejor sabe producir, a ras de césped.

Cuando más se relajó España -y así la zona defensiva- llegó el gol de Pukki tras un centro desde la izquierda. Perplejos, comenzaron las prisas, los balones por alto buscando a un recién incorporado Negredo. Se sacaron más de una quincena de córners sin éxito, el muro finlandés aguantó hasta el final. España empató un partido muy trascendente, sobre todo porque al mismo tiempo ganaba Francia por 3-1 a Georgia y se colocaba como primera de grupo. Ahora España necesita ganar en Saint Dennis si no quiere verse en una repesca donde puede enfrentarse a rivales francamente complicados. La campeona de Europa, contra las cuerdas.


viernes, 22 de marzo de 2013

Finlandia, un bloque estancado


Esta noche juega España uno de los dos partidos clasificatorios para el Mundial 2014 en el Molinón, estadio del Sporting y cuna de jugadores como David Villa que vuelve a su casa después de 10 años. El rival, probablemente el más flojo del grupo, es Finlandia, equipo que sólo ha jugado 2 partidos pero que no ha salido tan mal parado ni mucho menos: 0-1 frente a Francia y 1-1 contra Georgia. En el partido ante los franceses fueron inferiores, aunque tuvieron alguna ocasión para empatar gracias a sus centros largos que ganaban las espaldas de la defensa gala. No es un equipo que busque tener el balón, y frente a España mucho menos. La táctica, como llevan haciendo desde hace años todos los rivales de la Roja, será echarse atrás y buscar alguna contra mediante los balones largos antes mencionados.

Eremenko, la esperanza de los finlandeses
Uno de los problemas de Finlandia es la falta de un delantero referencia. Pukki (jugador del Schalke 04) no es un ariete puro, y jugadores agresivos como Eremenko retrasarán su posición para hacer más fuerte el centro del campo, por lo que el ataque en esta ocasión bajará considerablemente. Merece consideración el mencionado Eremenko, mediapunta de 26 años del Rubin Kazan y uno de los mejores jugadores de la Premier Rusa. Ya demostró su calidad frente al Atlético en Europa League, donde realizó la fabulosa asistencia a Orbaiz en el segundo gol en el Calderón, y en su selección se ha convertido en el alma del conjunto y máximo exponente. Otros jugadores a destacar son Moisander (Ajax), Raitala (ex Osasuna, ahora en Herenveen), el joven Ring (B.MGladbach) o el técnico Hamalainen, que ya hizo un gran gol en el último partido de clasificación frente a Georgia. El entrenador finlandés, Mixu Paatelainen, ha realizado sus entrenamientos a puerta cerrada para no dar ninguna pista de cara al encuentro, aunque todo indica que será el planteamiento indicado en líneas anteriores.

España no debería tener problemas para superar con facilidad a Finlandia, sobre todo jugando en casa (en terreno finlandés son aguerridos y cuentan con el factor meteorológico) y mostrando el juego al que nos tiene acostumbrados. Marcar varios goles es necesario de cara a un posible empate en Saint Dennis.


jueves, 21 de marzo de 2013

Mou, con Pandev no basta

José Mourinho, dos meses y medio después de la gala del Balón de Oro que acreditaba a Vicente Del Bosque como mejor entrenador de 2012, declaró que el motivo por el cual no acudió a la gala fue porque no creía en la FIFA como institución. Porque está totalmente seguro de que existen irregularidades en las votaciones, y que además la FIFA estaba al tanto de ellas y no quiso corregirlas. Con esto, Mourinho no quiso decir que el Balón de Oro lo merecía él y no Del Bosque, sino que una organización tan grande (la mayor del fútbol) no se puede permitir ni un solo fallo, y mucho menos en la entrega de unos premios que se consideran los más importantes de este deporte a nivel individual.

La FIFA lo desmiente, pero no presenta cargos contra Mourinho. Aseguran que de eso debería encargarse la UEFA, organización en la que compite el técnico portugués. Pero las acusaciones son muy graves. Y aunque muchos quisieron dejarlo pasar, la "Sexta Deportes" encontró un entrevistado que declaró el error en su voto por parte de la FIFA en la elección de mejor entrenador. "Voté a Mourinho, siempre a Mourinho. Aquí pasan cosas muy extrañas", explicó Goran Pandev, jugador del Nápoles y capitán de la selección de Macedonia, además de ex-jugador a las órdenes de Mourinho. Se encendía con ello la posibilidad de que fuera cierto. Ya existe un jugador que dice que su voto a Mourinho ha desaparecido.

Al día siguiente, la FIFA desmiente, según el Diario "AS", que el voto sea correcto y amenaza con enseñar públicamente el documento de la Federación de Macedonia, con su propio sello, firma del secretario general y del propio Pandev. Ahora nos preguntamos: ¿Miente Mourinho? ¿Miente también Pandev? Si es así, ¿no merecen una sanción económica considerable por tales acusaciones? Pero la FIFA no quiere o no se atreve a denunciar, a pesar de considerarse el máximo organismo del mundo del fútbol. Sería un golpe de autoridad. Y enseñando en juicio los documentos firmados dejarían con el culo al aire a los que les acusan de negligencia.

Pero, de momento, nadie mueve un dedo. Continuaremos a la espera de un levantamiento más contra el sistema de votación de la FIFA -duramente criticado por muchos-, que es lo que necesita Mourinho para no vérselas solo ante el peligro. Con Pandev no basta. 





miércoles, 20 de marzo de 2013

Las palabras de Ramos

Ayer habló Sergio Ramos en el "Partido de las 12" de la CADENA COPE, en un programa especial en el que celebraba sus 100 partidos con la selección española. Pero casualmente, su centenario con la Roja no fue el centro de todas las miradas, sino las respuestas a ciertos enigmas que le rodean en torno a su relación con José Mourinho. Respuestas que dejaron cierta inquietud y alarma.

En primer lugar, rehuyó a responder si se sentía perseguido o no por Mourinho. "Esa pregunta no es para mi". ¿Entonces para quién es? ¿Para Casillas? ¿Para otros jugadores? Esa declaración resultó muy confusa. No soy de malinterpretar las palabras de la gente ni mucho menos. Trato de no darle demasiada importancia a una discusión, un problema de vestuario o críticas. Eso pasa en todos los equipos y es cosa del día a día. Pero Ramos no sé que quiso hacer en la entrevista. ¿Decir que sí pasa algo pero no querer soltarlo todo hasta que se marche el portugués del Madrid? Aseguró que la bronca de Mourinho en Old Trafford no se ajustó al rendimiento del equipo en ese encuentro. Creyó que una hazaña como esa necesitaba más consideración y por eso fue él quien animó y felicitó a los jugadores uno a uno.

También me impresionó su respuesta a cómo es la relación del vestuario con el entrenador. Podía haber dicho "muy buena", o "buena", o incluso que no está "nada mal". Pero el jugador sevillano dijo que "es una relación super profesional". No se atrevió a decir nada más. Es cierto que se pueden sacar pocas conclusiones de esto, ya que a pesar de que son muchos los rumores que todavía no han encontrado aliado a cerca de los problemas con el entrenador y las divisiones de grupos - que esto último Ramos quiso desmentirlo totalmente-, sí que es cierto que Sergio no habla de conflictos con el entrenador. Aunque los deja entrever.

Lo que pienso: Que la relación de muchos jugadores con Mourinho está un poco deteriorada, porque no comparten muchas de sus decisiones y respuestas en ruedas de prensa. No creo que Mou sea un ogro, ni que esté maltratando a nadie, pero apuesto a que sólo se lleva bien con cierto sector del vestuario. Y aunque eso de momento ha mermado poco en el juego del conjunto blanco -finalista de Copa y cuartofinalista en UCL- el equipo en su totalidad necesita un entrenador en el que todos tengan una confianza plena y absoluta. Y ahora mismo no se tiene con José Mourinho. Defenderé siempre a este entrenador porque llegó a un equipo sin cabeza y le devolvió a la senda de los títulos, algo que ha hecho en todos los equipos en los que ha estado; pero a final de temporada será buen momento para su marcha. Habrán sido tres años intensos y muy agotadores. El club necesita paz. Y Mourinho, a pesar de todo, saldrá por la puerta grande.

Y ojo: No sé con que intención Ramos habrá querido decir estas palabras en un momento "Selección" y con la que le viene encima al Madrid en las próximas semanas, pero si ahora mismo la relación entre los jugadores y el entrenador es tan mala como se piensa, no debería sacarse a la luz. Por el bien del club, claro.


@david_lrl