
¿Las claves de este Schalke que ha ido evolucionando desde aquella especie de "calamidad" que era allá por Octubre? Pues la primera y probablemente la más importante es el logro de haber encontrado un once tipo.Uchida se ha asentado en el lateral derecho y Kluge en mediocampo. Jose Manuel Jurado ha logrado la titularidad y está siendo decisivo, y Edu está supliendo a la perfección a Huntelaar, convirtiéndose últimamente en el gran socio de Raúl. Quién lo iba a decir después de considerarlo uno de los "cánceres" del conjunto de Gelserkitchen desde mediados de Septiembre. Otro logro importante ha sido la seguridad defensiva, y es que el Schalke se ha convertido en el segundo equipo menos goleado de la Bundesliga. El tándem Howedes - Metzelder, siempre ayudado por Kluge, está resultando a la perfección en Alemania. La tercera premisa tiene que ver con el carácter. El Schalke ya no es un equipo tímido, ramplón, que manda el balón a Farfán a ver lo que hace. Ahora todos juegan, no se duermen en los laureles y se atreven con todo. Si hace unos meses la confianza estaba por los suelos, ahora los alemanes brillan por su optimismo. Se ven capaces de todo. Hasta de meterle cinco al vigente campeón, el Inter de Milán, en su propio estadio, después de haber empezado perdiendo por dos veces.
Incluso la suerte les sonríe. Si antes perdían los partidos con goles en el último minuto, con rebotes inexplicables o goles que no entraban, ahora son ellos los que fabrican la fortuna. Contra el Valencia en Mestalla les pudieron caer la del pulpo, en cambio éstos llegaron dos veces y marcaron un gol, porque hay jugadores a los que sólo les hace falta media ocasión para materializar. En Copa, la clasificación para semifinales corrió a cargo de un joven canterano (Julian Draxler) que entró en el descuento y marcó un golazo desde fuera del área tras hacer un recorte que dejó a dos defensas en el suelo. En liga, ganar por 1-0 ya se está convirtiendo en tradición, y el Schalke ya es noveno, a sólo seis puntos de la Europa League, algo que parecía inalcanzable hace poco tiempo. Ante el Inter, más allá de los cinco goles, tuvieron la "fortuna" de encontrarse con rechaces, errores garrafales y demás rebotes para endosar aquella goleada histórica.
Pero el factor clave y decisivo es contar con un líder dentro y fuera del campo. Un jugador que se eche encima al equipo y lo lleve hacia adelante. Un luchador que se fue de un equipo grande como capitán para hacer grande a otro capitaneándolo. Un delantero capaz de seguir destrozando récords y porterías sin que se le agote la ambición y la energía. Si señor, Raúl González es uno de los máximos goleadores de la Bundesliga, de la Champions (de esta edición, porque en general es el máximo goleador) y de los delanteros españoles individualmente. Marcó al Bayern para llegar a la final de Copa, marcó al Valencia para estar en cuartos de la Champions y ahora ha metido otros dos al Inter para clasificar al Schalke por primera vez en su historia para las semifinales de la más alta competición de clubes. Después de lo que hemos visto... ¿Quién me dice a mí que no marcará en Old Trafford? ¿Que no eliminará al efectivo y poderoso líder de la Premier League, el Manchester United? Yo ya me lo espero todo del fútbol, señores. Porque parece que Raúl y el Schalke ya no tienen límites ni fecha de caducidad. Todo lo que viene ahora es un premio; y no tienen nada, absolutamente nada que perder.
David Orenes_________ @david_lrl
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