
El Coliséum Alfonso Pérez, el campo de las oportunidades de los refugiados blancos. Para mí Soldado siempre fue un delantero luchador, con carácter, movilidad y destreza en el remate. Pero tiende a pasar rachas muy malas y rachas muy buenas. Eso suponía una complicada dependencia de cualquier equipo a sus goles. En su primera temporada consiguió la titularidad, pero estuvo a punto de descender a Segunda con el conjunto azulón. En su segunda campaña mostró una evolución a pesar de sus continuas lesiones: 16 goles en 26 partidos. Fue entonces cuando el Valencia decidió ficharlo para suplir la baja de David Villa, jugador emblema del club y autor de más de 171 goles con la elástica ché. Era una prueba de mucho peso para Soldado, que notó la presión en la primera vuelta de la temporada. Sin embargo, acabó marcando once goles en los últimos siete partidos y siendo clave para meter al Valencia en Champions League.
Siempre se le dieron mejor las competiciones internacionales. Por eso en las dos temporadas que ha estado en el Valencia ha marcado 13 goles en 16 partidos entre Champions y Europa League. La puerta de la selección permaneció cerrada mucho tiempo, mientras veía como jugadores como Negredo, Manu del Moral o Fernando Torres en un estado físico horrible eran llamados por Del Bosque. Su gran temporada pasada - 27 goles en 40 partidos- parecía suficiente para ir a la Eurocopa, pero de nuevo el seleccionador le dejó fuera. La recompensa le llegó con la convocatoria para jugar un amistoso y un partido de clasificación para el Mundial. Lo que ni se imaginaba es que fuera a ser titular ante Georgia por delante de Torres y Villa, y acabara marcando en el minuto 86 el gol que acababa con un muro indestructible. Fue un premio que se dio él mismo, porque a Roberto nunca le han regalado nada. Luchó incansable para llegar hasta ahí. Y luchará incansable para estar en el Mundial de Brasil.
@david_lrl
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