Aquello fue inolvidable, pero todo tiene su punto. La Selección ha tirado por la borda dos amistosos ante dos selecciones de gran nivel (Argentina y Portugal). No puedo llamar amistosos a estos partidos porque ahí es dónde te juegas el orgullo. Y más después de ganar un Mundial. Ahora cuando veo un partido de la selección no olvido jamás todas las sensaciones de Sudáfrica, al igual que tampoco olvido que un campeón del mundo tiene sus responsabilidades. No se puede "pasear" la estrella por todo el planeta y que venga Portugal y te meta cuatro goles. Y pudieron ser más. Ayer los Hélder Postiga, Martins, Hugo Almeida y Raúl Meireles parecían los favoritos al balón de oro. La defensa hizo aguas por todas partes, incluso jugadores de la talla mundial de Gerard Piqué se vieron superados estrepitosamente. ¿Resaca mundialista? Ya lo creo. Pero me da mucha vergüenza que hagamos el ridículo como ayer... la estrella y el logotipo de la FIFA daban vueltas alrededor del rondo que nos hizo Portugal. Quiero pensar que fueron dos partidos malos, pero es mucha casualidad que las dos selecciones nos goleen de esa manera, y además justamente y con todo merecimiento.
Pero en fin, supongo que cualquiera, incluido yo, olvidaría todas estas palabras y firmaría perder todos los amistosos de aquí a cuatro años y ganar el Mundial de Brasil. Y supongo que a la mayoría se la "soplan" estos partidos... pero a mí no, no puedo evitar sentirme decepcionado al ver que un equipo toca al cielo y a los dos meses se cae de la nube de un porrazo. Ayer fue el último partido de España en este año 2010... lo bueno es que este año no se recordará por la humillación de ayer, sino por el hito que logramos el 11 de Julio de 2010, aquel que nos coronó en los más alto y nos hizo sentir los más grandes del planeta. Al fin y al cabo, siempre es bonito recordar los grandes momentos que te alegran la vida.Escrito por: David Orenes Almira
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