La humillación fue extrema. Pero el camino es la resignación. Esto hay que digerirlo, y seguir. ¿Buscar soluciones? No se me ocurre ninguna. La diferencia está clara y se llaman Xavi y Iniesta. Estos jugadores han jugado y bailado como han querido, han sido los ejecutores de la humillación. ¿Cambiar algo de nuevo? No recuperaría nada. Solo resignarse, esperar.
El madridismo recibe otro bofetón, quizás de los más duros. Para mí, el más duro. En el 2-6 era manifiestamente la diferencia de ambos equipos, hoy, no. Hoy llegábamos al Camp Nou con la ilusión más grande desde hace años. Y no se nos ha visto, nada.
Alguien puede hablar de la agresividad del madrid tras su ridículo. No lo veo así. La camiseta blanca hay que llevarla puesta y defenderla hasta el fin, y cuando te la traspasan de tal manera, te hieren tu orgullo, y reaccionas como puedes. Malas maneras, si, pero las primeras del orgullo. Reconozco la diferencia en el juego, pero no en la formas. Los jugadores del Barça no supieron ganar. Goleada histórica, si. Pero hace apenas 3 años, el Bernabeu recibió a un Barça derrotado, obligado ha hacer un pasillo, y posterior goleada, y ni los jugadores ni la grada blanca, se mofó de tal manera. Pero lo que cuenta es el resultado y el juego, y en eso nos han dado un bofetón.
Pero hay que continuar. Mourinho me ha hecho creer, su rueda de prensa ha sido consciente. Pero la ausencia de los jugadores ante los medios, es la segunda vergüenza de la noche. El capitán, el campeón del mundo, el mejor portero del mundo, debía mirarse su brazo y verse ese brazalete. Tomar ejemplo de Raúl, salir, dar la cara, pedir perdón.
En resumen, esto ha sido una piedra en el camino, nos ha dado en la cara, pero hay que seguir adelante. Esto no ha hecho nada más que empezar y el madrid llegará al final y como siempre arriba. Resignación y tiempo.
José Manuel Amorós Sola
Estoy de acuerdo en todo lo que has puesto menos en una cosa. Cuando os hicimos el pasillo todos y cada uno de los merengues se metió con el Barça a más no poder y te lo digo porque lo viví en mis propias carnes.
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