jueves, 28 de junio de 2012

Día 20: Haciendo historia

No pudo ni la tensión, ni las lesiones importantes, ni la falta de ambición, ni el bajo estado físico. Nada pudo con una selección española que se le puede catalogar de muchas maneras, pero la más acertada debe ser la de "mejor de la historia". La campeona de Europa, del mundo y finalista una vez más de Europa en tan solo cuatro años. Una generación que ha roto todas las barreras y que solo le queda una para conseguir lo que nadie hizo: ganar tres títulos consecutivos.


No fue nada fácil. En realidad, nunca lo ha sido. Para alcanzar la gloria hay que sufrir, y ayer lo hicimos de lo lindo. Enfrente estaba una Portugal llena de sueños por alcanza un trofeo que se le resiste y que planteó un juego que maniató a España durante casi todo el partido. Justo como había que jugarle a la selección, así lo hizo la Portugal de Paulo Bento. Defensa replegada atrás, centro del campo hecha hormigón recuperando cada balón que transitaban los Xavi, Alonso, Busquets... y una línea atacante que no cesaba de presionar arriba y crear ocasiones, eso si, a cuentagotas. Ver a la peor España en ataque fue un triunfo para el centro del campo y la defensa portuguesa, que solo se vio superada en una prórroga en la que Del Bosque sacó rapidez y movilidad: Navas y Pedro. Ambos volvieron locos por momentos a los centrales portugueses, contrarrestando con los primeros 60 minutos de España, que con Negredo arriba sin cazar prácticamente un solo balón, se vio perjudicada gravemente e incapaz de tirar a puerta en la primera mitad. A decir verdad, España solo tiró tres veces a puerta en los 120 minutos de partido: Un tiro centrado de Xavi sin problemas para Rui Patricio, una gran jugada de Alba que remató Iniesta a las manos del portero portugués y un disparo de Navas desde la derecha que acabó agarrando de nuevo el cancerbero.

En Portugal, las ocasiones fueron mínimas, fruto del gran trabajo de Ramos (nombrado MVP del partido), Piqué, Alba, Busquets, Alonso y un soberbio Álvaro Arbeloa, que acalló muchas críticas con un partido casi inmaculado evitando que Cristiano Ronaldo desplegara su mejor juego. Y es que el crack portugués tuvo que moverse por todo el frontal de ataque incapaz de atacar por el costado del lateral del Madrid. Pero no lo tuvo fácil por ningún lado y solo dispuso de ocasiones de gol con tiros de falta lejanos o en algún contraataque. No obstante, no tiró entre los tres palos en todo el encuentro.

Estuvo claro que las defensas superaron a los delanteros, por lo que todo se decidiría en los penaltis. En realidad, todo el partido puede resumirse en esa tanda impresionante donde el sufrimiento, la emoción y los sentimientos de miles de españoles salieron a la luz en cuestión de minutos. Cosas del destino, Xabi alonso, el mejor lanzador de España, falló el primero cubriendo de negro el escenario español. Nos vimos fuera en el primer penalti. Pero Iker Casillas reapareció, una vez más, para acallar todos los fantasmas con una soberbia parada a Moutinho. No fallaron Iniesta y Pepe, tampoco Piqué y Nani. Sergio Ramos mandó el cuarto penalti a la escuadra en un lanzamiento a lo panenka dejando boquiabierta a toda Europa: hace dos meses el central madridista sufrió las burlas de millones de españoles por el penalti que falló ante el Bayern en semifinales de la Champions. Ayer fue el ídolo de todo un país.

Después fallaría Bruno Alves y le tocaba el turno a Cesc Fábregas, el mismo jugador que tiro el penalti decisivo hace cuatro años frente a Italia y nos dio uno de los momentos más felices de nuestra vida. Ayer, en el mismo momento pero distinto lugar, el mismo Fábregas lanzó al palo para que entrara suavemente al fondo de la portería y nos diera otra alegría histórica: estaremos en otra final el próximo domingo en el Olímpico de Kiev. De ganar estaríamos hablando de la mejor generación de la historia del fútbol. Algo que, hace cuatro años, parecía impensable. Vamos España, a por todas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Archivo del blog