Empezó el partido muy igualado, con dos llegadas de Alemania que hicieron presagiar un poderío mayor en los germanos a lo largo del encuentro. Sin embargo, no fue así. Pronto Italia se adueñó del centro del campo y apenas dejó jugar a los alemanes. A los 36 minutos la azurra ya ganaba por 2-0 en dos errores de la defensa que aprovechó Mario Balotelli. En el primero, Cassano se fue de Hummels en la banda izquierda para servir un centro medido a la cabeza del delantero. En el segundo, un gran balón largo de Montolivo lo cazó el propio Balotelli para controlar y pegar un chutazo imparable prácticamente a la escuadra de Neuer. Antes de los dos goles Italia ya había disparado varias veces a puerta y se le veía mucho más cómoda en el encuentro. Alemania estaba en estado de shock por primera vez en todo el torneo. Al descanso no había discusión: la Italia de Prandelli no sólo defiende como siempre, sino que juega como nunca. Y todo ello se lo deben a su entrenador y, por supuesto, a un jugador que va para mejor del campeonato: Andrea Pirlo.
Low intentó reaccionar metiendo a Marco Reus y Miroslav Klose por Podolski y Gómez. El equipo ganó en movilidad, frescura y habilidad. Muchos son los que piensan que Reus debió ser titular indiscutible desde el primer momento en esta Eurocopa. Pero jugadores como Müller o Podolski siempre estuvieron por delante. En siete minutos los alemanes tuvieron tres buenas ocasiones: un gran remate de Reus que repelió Buffon, un disparo de Lahm en una buena jugada combinativa de Alemania y una gran internada de Ozil por la derecha que no pudo rematar Khedira en el pase. Sin embargo, los cambios de Prandelli volvieron a resultar acertados: sacó a Cassano (muerto) y metió a Diamanti. Kroos tuvo una buena ocasión en un portentoso lanzamiento de falta que sacó Buffon, pero a partir de entonces Italia volvió a ser un muro de hormigón y bestias al contraataque. La tuvo de nuevo Balotelli, también Marchisio por dos veces, Diamanti... pero la más clara fue para Di Natale, que había entrado por "Locatelli" para errar un mano a mano contra el portero mandando el balón fuera.
Pudo Italia haber sentenciado la eliminatoria en esos minutos frenéticos, pero dejó viva a Alemania en el descuento, donde tuvo dos ocasiones hasta el penalti de Balzaretti tocando el balón con la mano. Lo transformó Mesut Özil y todavía quedaban dos minutos. Alemania se dedicó a colgar balones que intentaba rematar hasta Neuer, pero no hubo tiempo para más. Italia fue mejor que una Alemania que se vuelve a quedar a las puertas: semifinalistas del Mundial 2006, finalistas Eurocopa 2008, semifinalistas Mundial 2010, semifinalistas Eurocopa 2012. La azurra, que llegaba al torneo de la peor forma posible, se ha reinventado con un estilo de juego que jamás vi practicar a esta selección. El rival más complicado al que se podía enfrentar España. Será una final maravillosa.
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