Escenario: Ha comenzado la segunda parte y Suecia, prácticamente ausente en el primer tiempo, te ha marcado dos goles en diez minutos y le ha dado la vuelta a un partido que tenías encarrilado. Tu equipo está hundido, incapaz de reaccionar y con la moral por los suelos, tienes que mover el banquillo y hacer algo ya. Preparados para salir al campo encontramos a -y hablamos de jugadores ofensivos- : Stewart Downing, Jordan Henderson, Jermain Defoe, Oxlade - Chamberlain y Theo Walcott. Elegir la sustición correcta puede ser la clave que te de la victoria o la más que posible derrota y complicación del pase a los cuartos de final. ¿Quién debería entrar al campo?
Creo que Hogdson lo tenía claro. Igual que Del Bosque metió a Jesús Navas (rápido, eléctrico, el jugador con más desborde de España) ante el muro italiano con la intención de dar frescura, movilidad, un cambio radical al juego mostrado minutos anteriores; el seleccionador inglés decidió quitar a Milner y meter al terreno de juego al extremo del Arsenal de 23 años y autor de 8 goles y 11 asistencias esta temporada en la Premier League. Se llama
Theodore Walcott y cuando debutó en el conjunto gunner hace seis años el país británico se frotó las manos ante la mayor promesa que habían visto en muchísimo tiempo. Sin embargo, como suele pasar cuando la expectación es demasiado grande, el joven chaval se atascó hasta convertirse en un jugador de segunda fila que calentó banquillo más veces de las que partió de inicio. Hasta esta temporada, el prometedor jugador del Arsenal jamás había pasado de los treinta partidos en Premier League, pero este año por fin dio un paso adelante. Ha llegado ha jugar la friolera de 51 partidos entre todas las competiciones y todo hacía indicar que sería el extremo derecha titular de la selección inglesa en esta Eurocopa, pero ante todo pronóstico empezó ante Francia en el banquillo, al igual que ante Suecia, ocupando su lugar el interior del City,
James Milner. Sin embargo, iba a llegar su oportunidad.
Hogdson, justo después del segundo gol de Suecia, metió en el campo a Walcott. Quedaba media hora de un encuentro loco y muy nublado para Inglaterra. Su entrada pronosticaba más profundidad en la banda, aprovechando su velocidad endiablada para asistir a dos buenos rematadores como Carroll y Welbeck. Lo que nadie pudo pronosticar fue la impresionante exhibición del jugador gunner. Con solo dos minutos en el césped, le cayó un balón en el rechace de un córner, controló y envió el esférico al fondo de la red dejando a
Isaksson y diez suecos petrificados.
Importantísimo fue ese gol para devolver la calma a Inglaterra, que estaba siendo asediada por una Suecia que había mejorado mucho tras la salida a vestuarios. El gol en propia de
Glen Johnson y el tanto de
Mellberg habían dado la vuelta al gol en la primera mitad de
Carroll, que había puesto por delante a los ingleses con un gran remate de cabeza en un centro de
Steven Guerrard. Todo había cambiado y Suecia siguió luchando por la victoria incluso después del 2-2, cuando Ibrahimovic obligó a Hart a realizar una parada espectacular en un gran disparo desde fuera del área. Pero el protagonista del partido iba a ser, para sorpresa de muchos, el pequeño Walcott. No se conformó con el golazo que había puesto las tablas en el mercador, sino que agarró un balón en banda, se metió entre dos jugadores y sirvió a Welbeck para que marcara el tercero de un precioso taconazo. Golpe de autoridad sobre la mesa de una Inglaterra que pudo marcar el cuarto en otra gran jugada del extremo gunner, que dejó solo a Gerrard para que rematara contra el pecho del portero sueco, que evitó varios goles en contra para su equipo. Al final, derrota para Suecia que se queda fuera de la Eurocopa y triunfo de una selección inglesa que se lo debe todo a un jugador que pide sitio en el once y entre las estrellas de este campeonato, Theo Walcott.
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