Hizo bien Smuda al colocar a Dudka como titular en lugar de Rybus para reforzar el centro del campo. Ante sí tenía una Rusia que sabía utilizar sus armas para crear mucho peligro, tanto por dentro como por las bandas. Así, aunque Polonia estaba muy bien plantada en el campo y llegando, como no, por la banda derecha y en jugadas a balón parado, Rusia golpeó primero en una falta que sacó Arshavin (gran partido el suyo) y remató de cabeza un Dzagoev que ya es pichichi del torneo con tres tantos. A partir de ahí los rusos obtuvieron más confianza y buscaron con más ahínco la portería de Tyton, titular por la expulsión de Szczesny el pasado viernes frente a Grecia. Kerzhakov lo intentó de mil maneras y Arshavin entró en territorio polaco como Pedro por su casa. El final de la primera parte fue un alivio para los polacos, que salieron de otra forma en la segunda parte.
Jakub Błaszczykowski marcó uno de los golazos de esta Eurocopa |
PD: Antes del partido, en los alrededores del estadio, se dieron una serie de incidentes violentos que motivaron la detención de 184 hinchas, la mayoría polacos, y veinte heridos leves. El duelo había generado una gran expectación por las tensas relaciones históricas entre los dos países y la rivalidad existente, que se traslada también al fútbol.
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